Una sesión singular
Colocaos esos antifaces y no quitároslos hasta que os lo diga, dijo Rita. Volvió con una mujer de voz agradable y acariciadora. Hablaba de un sendero entre árboles y rocas manchadas de musgo. Las luces suaves del amanecer se mezclaban con los verdes y rojos de pinos y aligustres… ¡Fuera antifaces! dijo Rita. Vio una...