Encerrados como zanahorias no tenían mas opción que ser creativos en lo de satisfacer sus deseos, las barreras socio-emocionales habían sido resultas y de repente, de vuelta al inicio, eso en cualquier parte del mundo donde vivir es una trivialidad como cualquier otra, mientras yo, sigo en esta pocilga tercermundista, pensando en quien quiero ser entre los escombros de una sociedad que se sabe sin futuro y solo espera la placentera muerte en una lucha absurda para prolongar su sufrimiento. Veo por esta ventana y no hay mas que muros donde todos plasman lo vacíos que están, esa necesidad apremiante de ser respaldados por los demás es su motivación para no dejarse consumir por la desesperación, no tienen nada mas por lo que mantenerse en pie. Tomo algo de aire, necesito escapar, pero la verdadera amenaza esta allá afuera, esperándonos para adentrarse en nuestras células y reescribir nuestro código genético, no podemos destruir aquello que nos consume desde dentro, no con bajas pasiones, necesitamos serenidad.

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