A pesar de todo fui afortunado. Nunca pensé, al endeudarme de por vida para comprar esta casita de pueblo en Puigcerdà, que me sería tan útil al jubilarme. No es lo mismo afrontar un confinamiento rodeado de odiosos vecinos, como cuando vivía en Barcelona, que estar solo en un espacio propio e independiente. El techo de un apartamento es el suelo del vecino de arriba y su suelo es, en realidad, el techo del vecino de abajo… y las paredes laterales, ¡otra que tal! ¿Qué es tuyo entonces? ¿El hueco de en medio? Como gallinas en el criadero. Además, ya casi es mía, después de veintinueve esforzados años pagando, solo me faltan seis cuotas.

Todo iba bien hasta que hoy fui a comprar el pan. Como todos los miércoles, equipado con mascarilla, guantes y gafas de buceo, salí de la panadería con mis dos kilos de pan de pagès cortado para congelar y mientras caminaba hacia casa oí unos pasos tenues que repetían los míos. Al detenerme, sospechosamente, el sonido cesó. No vi a nadie detrás de mí, ni en ninguna dirección, pero en cuanto reanudé la marcha escuché otra vez: tap, tap; tap, tap… Con angustia intenté correr cuesta arriba y solo conseguí un trote desordenado, ahogarme y un agudo dolor en el pecho: los años no pasan en vano.

Dejé el portón abierto y atravesé el minúsculo jardín (4 m2) entrando en casa bruscamente. Intenté recuperar el aliento, pegué la oreja a la puerta y me aterroricé: ahora ya no se trataba de pasos, sino de un golpeteo incesante como si intentasen derribarla. ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!, y cada vez a mayor velocidad.

Abandoné la bolsa con el pan y el móvil en el recibidor y, sin desinfectarme ni nada, me oculté en la cocina, que es el lugar más alejado de la calle. Desde allí el sonido latía menos amenazador, pero la pequeñez del ambiente me resultó sofocante, Con sudores fríos abrí el ventanuco para respirar mejor y sintiéndome repentinamente débil me derrumbé.

—¡Socorro! —gemí, pero nadie respondió.

¡Mierda!, pensé proféticamente: La Caixa se quedará con la casa…

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS