Tal vez no gozaba de los lujos de vivir en «libertad», pero ahora todo es más sonoro, salir del confín de aquello que me ataba a un sepultural regimen de confinamiento, pienso y me digo, -mi mismo, no es algo diferente, ahora las cosas cambian.

Me salgo en mi vehículo a explorar, a soñar, a vivír, de un encierro que yo mismo me provoque, cuando el encierro no estaba en rigor, cuando era libre.

Esto no es solo de encerrarnos, al contrario es de liberarnos, que si es 2×2 o 5×5, el encierro es igual para todos, en un cubil del que aún no damos cuenta que somos totalmente libres.

la liberación es cuestión mental, suelta las cadenas y el lastre, solo deja que flote.

Me vasto un encierro, para darme cuenta de la libertad que tengo.

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