CONGELADOS

¿Cómo te ha cogido esta pandemia?

Es la pregunta que nos podemos hacer, y cada uno, es una realidad.

Los niños juegan a las estatuas, y se acomodan lo más bonito para quedar congelados en una buena pose.

¿Nosotros tuvimos tiempo para acomodarnos?

Es muy interesante responder a la pregunta haciendo una introspección de lo bueno y malo que han acarreado nuestros actos, cuya suma son expuestas ahora, como:

• Que no somos nada sin Dios.
• Que la familia es primero.
• Que todos somos iguales.
• Que el dinero no compra la vida.
• Que hemos malogrado la naturaleza.
• Que la gente no cambia.
• Que no estamos preparados para los últimos acontecimientos mundiales.
• Que muchos esperan que concluya el mal para volver a lo de siempre.

Personalmente, quede congelada.

Pensé que mi vida era independiente al del Panadero, de la enfermera, del maestro etc. todos dependemos de todos, por lo cual debemos cuidarnos.

Veo la muerte pasar, y día a día se libra mi vida, da temor salir de casa.

Ahora sé cómo se sientan los presos por mas delito que hayan hecho.

Estoy aprendiendo que la enfermedad supera a la ciencia.

ahora sé cómo es el hambre de los niños de áfrica.

Y recién puedo leer con detenimiento lo que Joshua nos dijo: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

– ¡Todavía estoy a tiempo de hacerlo!,

! todavía tengo vida! Aunque el mundo se ha congelado por un virus.