La realidad de la tragedia.

Día no se que, del mes no se cuanto, del año olvidado.

Cuando empezó esta estupidez todos pensamos que no duraría tanto… «cuarentena«, ¡bah!, ya son más de lo predicho y menos de los sentidos, los primeros días los estúpidos gritaron «¡VACACIONES!«, los lobos disfrazados de ovejas proclamaron «¡cuídense, así nuestro dinero estará a salvo!«, las mandas saltaron a cazar culpables y los pocos que quedamos… solo nos preparamos y esperamos, las advertencias siempre fueron las mismas «¡Quédense en casa, no salgan más de lo necesario!«, los de clase alta se pudieron dar esa libertad casi indefinidamente, los de clase media nos podíamos mantener por un tiempo, pero los de clase baja… ellos no tenían quienes les amparara, y las batallas no se hicieron esperar, no habíamos llegado a los veinte y ya estábamos colapsando, desabasto, falta de personal, imbéciles que no entendían la gravedad y lo peor… retrasados que exclamaban: «todo esto es una invención de los que dominan la sociedad«, fue alrededor del treintavo amanecer, cuando se dio el registro de contagiados que entendimos la verdad… «esto no sera cuarentena, esto sera penitencia«.

Y lo que le siguió fue espectacular… un desastre espectacular, todos conspirando contra todos, los amigos se hicieron enemigos, las alianzas se rompieron, la economía global se daño, los médicos y enfermeros se convirtieron victimas de aquellos que les llamaban héroes, ataque masivos para los resguardados, cerraron fronteras, se creo un toque de queda, los muertos pasaron de tener sepulcro a ser desechados cual basura de la mañana, los ricos se hicieron normales, los normales a pobres y los pobres… dejaron de tener un nombre.

Fue cuando lo potencias tendieron de un hilo la estabilidad social, que todos pasamos de pelear…  a llorar… en ese momento, los estúpidos dejaron de vacacionar, los lobos se hicieron ovejas cambiando el lema «nuestro dinero» por «nuestra vida«, las manadas dejaron de cazar y se fueron a refugiar, y los pocos que nos preparamos… seguimos esperando, pero bueno, esto tiene para rato.