¿Castigo divino? o ¿Consecuencia de nuestros actos?

¿Castigo divino? o ¿Consecuencia de nuestros actos?

El COVID 19, ¿Castigo divino? O ¿Consecuencia de nuestros actos?, no me imagino a Dios creando un virus para disminuir la población o para decirnos que algo estamos haciendo mal, sin embargo, es verdad estamos haciendo las cosas mal, somos egoístas, no cuidamos el mundo ni tampoco tenemos respeto por las demás especies, será que es un llamado de atención o una oportunidad para cambiar el rumbo de las cosas, será un grito desesperado del planeta tierra intentando detenernos para prevenir la extinción de la raza humana, lo cierto es lo que estamos viviendo en este presente y es que pareciera un virus apto para reducir la población, pues es un agente infeccioso que se comporta como tal, que conveniente que tenga una letalidad de tan solo el 4%, que de preferencia se transmite a través de las vías respiratorias, que se puede quedar impregnado en los fómites de las personas por corto tiempo, pero el necesario para infectar a otras, pero lo que mas me impresiona es que afecta con mayor frecuencia a personas de la tercera edad o con alguna enfermedad crónico degenerativa, siendo que las principales causas de muerte en todo el mundo son los eventos cardiovasculares, la hipertensión o la diabetes, un virus no tan mortal pero que si afecta a toda la población con dichas características, un virus que es capaz de provocar en algunas personas solo ser portadoras y no presentar ningún síntoma o en otras solo un simple resfriado, es cierto que en el mundo han existido otras pandemias o algunas otras infecciones mas agresivas, pero no cabe duda que este virus se ha ido transportando desde una manera tan inofensiva hasta el grado de volverse letal para algunas otras personas, que nos da entender que no somos inmortales y que lo material sale sobrando cuando no se tiene salud, que nos hace iguales a otra personas porque el virus no respeta clases sociales, no entiende de riqueza ni de pobreza, un virus que debe de sacar lo mejor de nosotros en lugar de lo peor para poder ayudarnos como hermanos.

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