Al otro lado no hay vida. Ahora la vida pasa aquí dentro. Entre estas cuatro paredes que un día pinté de gris. Ahora me acogen como el refugio que siempre han sido, pero que ahora me doy cuenta de lo inmenso que es. No sé si cuando todo esto acabe seré capaz de salir a la calle con la misma alegría que antes. Ahora siento al enemigo invisible acechando en la puerta de mi casa. Escondido en cualquier rincón del supermercado o de la panaderia o del tirador de la puerta. La piel de mis manos está cada vez más fina de tanto lavármelas. Mis obsesiones aumentan cada día. ¿Cómo volver a una vida normal cuando todo ésto acabe? ¿Cómo volver a una vida normal si todo ésto nos ha cambiado la vida?

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