Estas en la orilla de mi cama, cumpliendo tus expectativas, fría hacia el dolor y dispuesta al olvido.
Camino hacia la orilla, conmovido por tu llegada, rio y rio, dispuesto a contemplarte y amarte.
Dibujo tu silueta en mis manos, ríes y lloras y me amas, no te atrevas a desfallecer ahora por favor.
Fueron los mejores días, sustitutos de cuerpo y enamorados en alma, aquí en la pelea no muerdes y rasguñas, besas y tocas.
Fueron los peores días, cómplice de mi mente y quebrado en alma, ahí en tu habitación, yo no era el que se alegraba por tu llegada.
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