La jaula de la locura

En un mundo donde la fantasia ha guiado nuestras aburridas vidas, como esclavos de la tecnología y esta a su vez nos obliga a llamar la atención de formas muy creativas. Para mi el encierro obligatorio no es algo tan doloroso, no soy de las personas que suele salir mucho, pero el tener que soportar que alguien mas me diga que no salga ni siquiera para las cosas necesarias, es doloroso, una cosa es hacerlo por uno mismo, y otra por la estupidez e insensatez del poder y la enfermedad de un grupo de personas por ser alguien y hacerse notar a cualquier precio.

Siete días y contando. Muchas veces al convivir mucho tiempo con las personas cercanas a ti, ves mas sus defectos al igual que los tuyos, casi no salimos, pero el encierro si te vuelve loco, la rutina en un espacio reducido, te hace imaginar cosas y ver cosas o personas que no existen, ademas de soportar a vecinos con los cuales la relación ha sido difícil por así decirlo. Ademas tenemos cerca a mi abuela mujer de noventa años difícile de carácter y actitud, necia y agresiva, y de mal carácter.

Sentir al abandono de uno mismo, el no poder tener tiempo para ti y tus cosas, es terrible…

Día siete, y las horas, minutos y segundos se vuelven eternos, al salir por víveres ver gente con las mascaras de doctores y de gas como un mundo pos apocalíptico, al estilo steampunk por la contaminación industrial, o como los cybergoth y su estilo artístico, bueno, se hizo realidad esa vision de destrucción y vacío y abandono social y humano en estos tiempos, al menos puedo decir que la naturaleza dice: MUCHAS GRACIAS, HUMANIDAD FALSA Y SUPERFICIAL, AL MENOS POR AHORA RESPIRO AIRE PURO DE VERDAD. La forma gratuita de arruinar nuestras vidas es ver como otros idiotas se suicidan saliendo a las calles por diversión o estupidez o mejor llamado «necesidad de atención», eso es la sociedad hoy día.

Cambio y fuera.