No todo está perdido.

Anda suelto como tantos otros criminales. Me quedo en casa porque no quiero encontrarme con él.

Han puesto carteles con su cara y su modus operandi. Y la verdad da mucho miedo.

Me asusto y me quedo en casa. Me gustaría rebelarme a ratos, creerme invencible..pensando que corro más que él que no me atrapará. Y pienso y si rozó su sombra y de forma invisible le invito a casa?

Me quedo en casa.

Intercambio mensajes de ánimo con mis amigos, con mi familia que no están cerca.

Yo arisca, deseando abrazarles.

Yo casera, deseando salir.

Yo perezosa, deseando hacer cosas.

Queda un minuto menos. Sólo pienso eso, como cuando tengo algún dolor.

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Y esto es también un dolor, porque me duele la gente que aún tiene más miedo, la gente que no tiene trincheras, que están ahí en primera linea, como el soldado raso, al que siempre me toca batallar.

Me quedo en casa.