La insoportable levedad de no ser

La insoportable levedad de no ser

Se miraron por última vez. Jacobo debía permanecer allí cuarenta días. Era una medida disciplinaria por revoltoso. «Eres un bicho peligroso, Jacobito—le dijo el guardia con voz burlona—. A ver si tu empuje te saca de esta cámara. Se te acabaron los chances, mi amigo. No sabes cuánto me alegro». Jacobo sintió el frío como una cascada de viento áspero. El silencio se impregnó en todas partes y su propia voz se convirtió en una maraña de palabras. No era la primera vez que lo metían allí y sabía que no iba a resistir. “Es la última, mi buen— se dijo estirando los labios en un gesto de hastío—. Si tuvieras amigos habría esperanza, pero aquí te van a dar matarile”. Se sentó en un rincón sin poner atención en la inmundicia que lo rodeaba. La iluminación era como una manta amarilla y parpadeante de un foco a punto de fallecer.

Lo bueno, oyó que le decía su conciencia, es que te irás con honor y triunfante. Hiciste toda tu vida lo que se te pegó la gana. No sabías. No lo podías saber. Se nace con defectos y estos a veces no se descubren. A ti te lo tuvo que decir un sabio en criminalística. ¿Recuerdas? Sí, sí que lo recuerdas. Lo sabes porque se te pusieron los ojos como de sapo. Te quebraste al oírlo. Te habías considerado siempre una persona normal, pero él te dijo que eras inconsciente de tus actos, que toda tu maldad no era hereditaria, sino un defecto. Es esa incapacidad que tienen los reptiles que los hace indiferentes a su sangre y se comen hasta sus crías sin lamentarlo.

Es posible que superes esta prueba, pero cuando te devuelvan a tu celda te estarán esperando esos rencorosos. Dicen que uno de ellos te trae ganas, que porque tú le quitaste a su mujer. Era esa de la falda amarilla que engañaste con tu arte de seductor y luego la echaste en un descampado. Estaba embarazada, dijo, cuando te traían aquí. “Púdrete en el infierno, maldito” ¿Recuerdas que eso te gritó? ¿Qué muerte prefieres?

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS