Y en el pueblo cae la tarde

Y en el pueblo cae la tarde

Sentada la pareja, como no recordaban cuando fue la última vez; sin hacer nada a la puerta de casa más que recibir el calor del último sol de la tarde, ven pasar a Josete que lleva una carretilla vacía y saluda con la mano. Él fue de los pocos que se quedaron en el pueblo.

-¿Alfredo, te arrepientes de haberme seguido ?

-Desde luego totalmente… fue lo mejor para los chicos que podíamos hacer…¿o no? Quien sabe…Supongo que era lo que había que hacer… ¿Y tú qué, te arrepientes? Porque al final no has hecho más que fregar sola. Siempre estas con esa cantinela, añadió al notar que Carmen lo miró de reojo.

-Ahora que te jubilas…¿y si nos venimos?, aquí hay más para entretenerse.

-¿Eh, no hay mucho barro y se pone to perdio? Y no hay calles llenas de gente ni tiendas para salir a pasear, siempre estás con que no quiero ir contigo a pasear.

-Aquí hay menos gente pero te ves más, puedes hacer algo más que ver la tele como en todas partes. En el barrio cada vez hay menos vecinas de las de siempre con las que hablar. Ya me aburren las tiendas y sufro de ver el panorama de los chicos.

-¿Y de quién comerían si nos vamos?

-Para estar en casa, igual estaban aquí. No creas que yo quiero que se vayan lejos de mí pero Madrid…me da miedo que algo se pueda torcer.

-Pues dejarlos sólos allí…porque aquí no te van a venir. En verdad, sin internet para seguir intentando buscar… no puede ser que ellos estuvieran aquí. ¿Eso es lo que quieres, tenernos a todos bajo el ala?

-Pues mira tal vez eso les animara… yo lo que quiero es que les vaya bien, que nosotros no estaremos siempre. Lo que pasa es que me da miedo… tú ahora… El vecino de abajo que se quedó impedido, empezó a venir borracho a casa hasta que murió del hígado. ¡Y vaya trifulcas, como no se oye to ya sin gritar…! Tú no has hecho siempre más que trabajar y ahora…

-¡Anda ésta! Pues si que…

-Bueno, y no sé. Aquí es más agradable la vida, más en familia y tranquilamente; ver entre todo el personal que hace falta hacer y eso sólo se hace, pa qué más. Eso sí, todo el mundo a lo que haga falta, como toda la vida había sido.

En Madrid a la que te descuidas te la quieren calzar. Como se lo han montao. Al fin todos trapicheando, aunque más los que más tienen claro, que pa eso se las saben todas y se van siempre de rositas. Hecha la ley, echa la trampa.

-Y tienen menos vergüenza.

-Y comiendo mierda, que no sé cómo no nos sale rabo o algo. Mientras no nos caigamos redondos… sólo importa el dinero.

Se oyen grillos. El sol ya no calienta y empieza a refrescar, pero siguen sintiendo el calorcillo que la piedra del asiento acumuló durante el día.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS