El vicio de recordarte
Ya sabes lo mal que duermo y tú debiste morir mientras yo en uno de mis insomnios estaba asomado a la ventana, mirando la bahía, con Pedreña al fondo. Solo adivinando las montañas a lo lejos en la inmensa oscuridad, con las luces de la ciudad patinando en el agua tranquila de septiembre. Con la...