Me persiguen en los sueños de vez en cuando. Siempre es en esa casa de paredes de madera y pasillos extensos. Con jarrones de porcelana y flores muertas, con cuadros que no conozco y muchas puertas. Y espejos…. demasiados espejos.
Nunca me puedo ver en ellos, me da miedo, porque cuando lo hago estoy acompañada. Detrás de mí los veo, traslucidos, etéreos e impávidos, ellos tampoco pueden verme a mí.
A veces alguno que otro se percata de mi mirada espía y al verse en mis ojos sonríen, porque nuestros ojos son iguales y al entenderlo se burlan de mi vitalidad. ¿Pero que vitalidad? Si yo también soy invisible, yo también estuve…estoy muerta.
Cuando vuelvo a mirarme en el espejo, me he transformado, mi rostro se ha convertido en otro y al no reconocerlo, comienzo a hacerme transparente, mi carne se convierte en aire, mis cabellos pierden tono y mis ojos se apagan.
Ahora soy solo una sombra, un ente de las pesadillas, un fantasma más en la oscuridad del olvido.
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Escrito el 02/05/2021 a las 8:15pm
La fotografía fue realizada en noviembre del 2021 por el artista audiovisual Jhonnathan Viloria @amarok.v como parte de una reinterpretación de mi poema original.
Cantando y modelando para la foto mi persona.
El efecto de sonido del viento es de una galería sin derechos de autor.
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