“El Vuelo de Dos Mariposas”
Aquella tarde no parecía diferir demasiado de otras, como cada otoño, el aire y un vientecillo refrescante, casi helado, erizaba un tanto la piel a esa hora cuando el ocaso acontecía. Hermes, sentado como de costumbre en aquel mirador frente al océano pacífico, contemplaba su amplio horizonte, abstraído. Unas cuantas palomas revoloteaban comiendo migajas de...