LAS CABEZAS DE SAN JUAN
El avión para Barcelona sale a las ocho, le doy la vuelta al San Juan de la mesilla y a seguir durmiendo. No sé por qué mi Lucía tenía tanta devoción a este Santo que sujeta en una bandeja su propia cabeza cortada. Aunque eso sí, hay que reconocer que la talla está tan bien...