Niño Lattice
Un infante envuelve la atmósfera con su alo místico, al poseer la rareza de tener dos canicas en las cuencas de sus ojos. El solo quiere jugar a las canicas, tuerto...o a ciegas
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
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Preocupaciones de un lector de Kafka Un infante envuelve la atmósfera con su alo místico, al poseer la rareza de tener dos canicas en las cuencas de sus ojos. El solo quiere jugar a las canicas, tuerto...o a ciegas
Sé que no te escribo mucho, y que me gustaría escribirte más, pero ya sabes: la vida, la universidad, quedar con la gente, en fin, ese tipo de cosas. Sin embargo, el otro día me pasó algo surrealista. Estaba con las paralelas y la mini barra fija cuando de pronto, noté que habían dos objetos...
POLICÍA Esa noche hacia muy bueno y con un amigo, nos decidimos a salir para dar una vuelta por la ciudad, el Castillo. Desde el mirador...
Septiembre. Debo ir al colegio. Con las prisas me he manchado el vestido con tierra. Llego tarde. Soy la última de la fila. Tras de mí, alguien cierra las puertas. No salgo del pupitre, no me llaman a la pizarra. Durante el recreo juego con todo el mundo como si no jugara con nadie. Octubre....
Como todas las mañanas, el despertador sonaba a las 5 a.m., despertándola a Juana para iniciar su rutina de todos los días: aseo personal, desayuno y salir a tomar el colectivo para ir al trabajo. En el trayecto hacia la parada, que era de ocho cuadras, solía transitarlo con temor, porque aún...
Cual quier frase dicha en un determinado momento, requiere al cabo del tiempo una investigadora descripción, lastima que está locución haya tardado mil años en caer casi en el olvido y emplear este hecho a convergencia del los vencedores si tener en cuenta la de los vencidos, que tienen todo el derecho de saber la historia de sus antepasados.
Agapito, un comercial a prueba de clientes reticentes se despierta convertido en teléfono gigante. Pero uno de esos de la vieja escuela, nada de tecnología punta. Sus teclas son dedos nerviosos y su cable una columna vertebral de plástico y alambre oxidado. Aún en tan inaudita circunstancia es un profesional en lo suyo. Nada ni...
A veces me despierta el canto estridente de un congénere que reclama espacio vital. Tras cada turbación, mi madre me consuela con suaves arrullos y vuelvo a caer en un delicioso letargo. ¡Aún no he nacido! Día 14 de incubación. He tomado conciencia de mi estado. La estancia en el interior me resulta deliciosa. Aquí...
Está a punto de llover y hay relámpagos que surcan el horizonte. ¿Qué estaba buscando? No sé. Caminaba por inercia quizá, a través de las angostas calles repletas de personas, entre gritos de vendedores y vociferaciones de algunos desorientados. Por un impulso desconocido, me movía en silencio entre todos los rostros ocultos bajo la máscara...
Cuando te sientes hundido, siempre hay alguien o algo al acecho presto y dispuesto a facilitarte la vida. Te pasa a ti y le pasa a cualquiera. Sin juicios de valor, por favor.
Descubrirse a uno mismo en su esencia, sentir lo diferente como complementario y no como adverso nos permite encontrar el lugar y la función de nuestro Ser
Las preocupaciones y los problemas se han ido viniendo a menos en la consulta de una psicóloga. A partir del constante desfile de pacientes constata que cada vez más ganan las apariencias, las limitaciones y las inseguridades. A pesar de su dilatada experiencia, tratar semejante superficialidad la lleva a considerar que el ejercicio de su profesión ha perdido buena parte de su sentido y, las personas, gran parte de su cordura.