Prefiero vivir en mi planeta

Prefiero vivir en mi planeta

Johan M. Rosario.

03/11/2017


PREFIERO VIVIR EN MI PLANETA

Vivimos en un planeta precioso, con una gran variedad de aves, animales, plantas… aquí en nuestro planeta podemos disfrutar de una naturaleza pura, el aire, el mar, las montañas, ríos… estamos en un paraíso.

Recuerdo cuando era niño, el aire era más fresco, el más puro, recuerdo los ríos tan caudalosos, parecía que vivía en el campo, estando en medio de la ciudad. Esto es contando la historia desde mi niñez, no quiero imaginar que tan hermoso era todo cuando mis abuelos eran apenas unos niños o cuando estaban mis tatarabuelos y toda mi ascendencia.

Pero… ¿Por qué no mejor hablar de cuando comenzó todo?

Muchos dicen que un ser omnipotente al que llaman “Dios” creó el cielo y la tierra y que solo le bastó 6 días para hacerlo, de hecho, se tomó el día 7 para descansar después de haber hecho su gran obra.

El mito de la creación es una historia mitológico-religiosa o una explicación que describe los comienzos del universo, de la tierra, de la vida y del primer humano usualmente como un acto deliberado de creación realizado por una o más deidades.

Desde la antigüedad, todas las culturas desarrollaron su propia explicación para el origen del mundo, del ser humano y de las otras especies.

Otros llamados científicos afirman que nuestro planeta es el fruto de una erupción de hace más de 4.500 millones de años, donde la tierra y la luna recibieron varios impactos constantes de asteroides y que estos impactos transformaron la corteza terrestre, la tierra se vio envuelta en una nube de polvo y gas hasta que toda esa materia se transformara en un cuerpo sólido y que la misma recibió muchos cambios debido a las erupciones volcánicas, creando así todo lo que nos rodea.

Otros más, sin embargo, como Darwin, las teorías de Lamarck, Mendel, dicen estar seguro de que la humanidad desciende de los monos, basándose en sus numerosos estudios sobre la conducta, los genes, el parentesco.

Es mucha información la que se ha proporcionado, cada organización, cada científico, cada filósofo, cree tener la certeza de lo que realmente pasó. Pero hay varias discrepancias en cuanto a ello… por ejemplo:

Si millones de partículas formaron todo nuestro mundo, porque no siguen creando más vida, de hecho, si el hombre y la mujer no conciben un bebé la humanidad se extinguiría.

Por otro lado, está la supuesta evolución… que pasa lo mismo que con la erupción planetaria, ¿porque no siguen evolucionando los monos hoy en día? han pasado siglos y no se ha visto en la fa de la tierra ningún caso de evolución que provenga de un mono a un humano.

Ni Hegel, ni Kant, ni los filósofos más geniales que les precedieron, como los naturalistas griegos, todos ellos grandes pensadores, que a pesar de todo lo que nos han aportado teóricamente, no han sido capaces de abrir una fisura por la que pudiéramos empezar a entender de dónde venimos, quiénes somos, hacia dónde vamos y qué es lo que queremos como especie.

Ni la filosofía ni la sociología ni la teología nos acercan a lo que somos; la ciencia lo intenta. Ésta se desmarca de lo holístico, por vago, y sólo quiere comprender empíricamente los problemas, intenta contestar después de haber problematizado. Esto no quiere decir que no tenga voluntad holística.

En cuanto a ese ser omnipotente, aún no tengo explicación, pero si puedo asegurar con una opinión muy personal, que todo lo que ha pasado es una maravilla inexplicable, lo que hace que se convierta en un milagro, hay una fuerza divina, mayor que la del ser humano, una fuerza capaz de construir con facilidad y con más facilidad aún… destruir.

De alguna forma comenzó nuestro mundo y aunque no tenga una certeza de como sucedió, puedo apreciar y disfrutar de su belleza.

Todo empezó cuando las plantas crecieron, los animales se formaron, las aves comenzaron a volar, hasta que llegó la criatura más extraña, más fuerte y más inteligente de la tierra… “los humanos.” Eran seres salvajes, Caníbales, corrían por los bosques buscando saciar su hambre.

Seres primitivos, disfrutaban de la naturaleza y la destruían, fueron descubriendo cada herramienta de la tierra, descubrieron el fuego, el placer del agua, el calor proporcionado por los rayos del sol, aún sin conocer las ventajas que este le proporcionaba, experimentaron la sensación más hermosa de sentir la lluvia caer sobre sus cuerpos, sufrir los aterradores inviernos y utilizar el fuego como medio de calor. Fue adquiriendo cada vez más inteligencia para su supervivencia. Notaron que la carne era más rica cocida en el fuego y así lo hacían, hay algo muy claro, estos seres extraños y despiadados, poseían una inteligencia por encima de las demás especies… bueno eso era lo que ellos creían en su momento.

A medida que pasa el tiempo, comenzaron a ideal artefactos para cobijarse de la lluvia y el sol, no tardaron mucho en descubrir que las pieles de algunos animales podía ser un abrigo contra el frío y comenzaron a cazar para abrigarse con pieles y saciar su hambre con esos animales.

Supongamos que ese es el llamado ciclo de la vida, pero no… la raza humana no se conformó y notó que el fuego se apaga si no se le pone leñas, así que había que cortar los árboles que fueran más leñosos para mantener sus llamas encendidas, al cortar los árboles notaron que sus cobijos podrían ser más resistentes si lo hacían con maderas.

Ya estaban destruyendo todo aquello que le daba vida, pero ellos aún no lo sabían, a este crecimiento debido a su inteligencia les llamaron… progreso.

Había mucho conflicto con respeto a las mujeres, cuando el apetito sexual les invadía, querían satisfacer su necesidad con cualquiera que tuvieran cerca, pero como empezaron a sentir en su corazón algo especial, como un aire que aceleraba y segregaba un zumbido dentro de su pecho por una persona en especial, decidieron separar los ritos sexuales, tomando posición cada uno de una mujer, sin tomar en cuenta la decisión de ella.

Como en la mayoría de veces había conflictos, teniendo en cuenta que esta especie era una de las más egoísta de la naturaleza, era difícil que ninguno pensara en el otro, por lo que tenían que escoger un líder, que les guiará y controlara.

Este líder tendría que ser el más fuerte de la tribu, el más valiente. Este impondría sus normas, una de ellas era que cualquier mujer de la tribu, antes de estar con ningún otro, tenía que estar con él, otra norma era… todo alimento cazado, recogido o encontrado, él tenía que ser el primero en comer. Esto creó conflictos entre todos, pues no iban a permitir que todo esto pase, su nivel de egocentrismo no les permitía llegar a tal nivel.

Dispuestos a defender su postura, deciden echarlo a las fuerzas, dejando la democracia de ese momento en una pelea, el vencedor será el nuevo líder y se respetarán todas las normas que este imponga.

Y así sucedió, estuvieron mucho tiempo rigiéndose de la misma manera, pero el ser humano es un ser avaricioso, codicioso, por lo que salía siempre una oposición al líder que regía, todos tenían ganas de poder, de ejercer su injusto dominio. Ofrecían lo mejor para la tribu, avances, más alimentos y lo único que deseaban era tener el poder de controlarlo todo, para su propio beneficio.

A lo largo de los tiempos, la raza humana ya había crecido en conocimiento y sabiduría, a base de duro trabajo y de mal uso de la naturaleza, habían convertido parte de su entorno en otro mundo, al cual llamaron ciudad, países, etc. Había más tribus de diferentes etnias, razas, en otros lugares, lo que llevo a cada uno ejercer un sistema fronterizo, donde nadie de ningún otro lugar, pueda invadir a lo que ellos llamaban su propiedad… si ya se convertían en dueños de todo.

Esta especie llamada humanos, observaba a otras especies como los animales, lo veían como salvajes, criticaban la convivencia de los mismos, debido a que estás indefensas criaturas luchaban entre si para poder alimentarse, no tenían un orden, cosa que ya los humanos según ellos estaban adquiriendo. “No eran capaces de mirarse así mismo”, se estaban convirtiendo en más salvaje que los animales, destrozando todo lo que se interponía por delante solo por su bienestar, se regían por un líder como los animales, ¿que había de diferente en sus conductas? La única diferencia que yo pueda observar es que los humanos destrozan por avaricia y los animales por supervivencia, que los animales lideran por el orden y el ser humano por el poder.

Cada vez que nacía un niño humano, sus padres ya se encargaban de enseñarle la grandiosa labor de cazar, progresar, a cuesta de la destrucción de la naturaleza.

Y así fue aumentando en descendencia y a medida que pasaba el tiempo, la naturaleza misma se quejaba del maltrato, sacudiendo la tierra para mostrar al ser humano su fuerza, enviando fuertes tormentas, que destruían las casas que estos habían construido, sol cada vez más intenso, los ríos llorando lágrimas de sangre y sucumbían en sequía, mientras tanto la raza humana sigue destrozando despiadadamente, sin entender el mensaje que la naturaleza le transmite.

Esta intrépida, audaz e inteligente raza, siempre soñaba con llegar cada vez más lejos, mientras más poseían, más grande era su codicia.

Soñaba con volar y no tardó mucho en conseguirlo, el primer humano que obtuvo tal descubrimiento y logro fue Abu l-Qāsim Abbās ibn Firnās árabe y Cordobés. En 885, a los 65 años, Ibn Firnás se hizo confeccionar unas alas de madera recubiertas de tela de seda que había adornado con plumas de rapaces. Se lanzó desde una torre desplomándose sobre un valle, y aunque el aterrizaje fue malo (se fracturó las dos piernas), el vuelo fue globalmente un éxito: permaneció en el aire una decena de minutos. Fue ampliamente observado por una gran multitud que él mismo había invitado de antemano. Comprendió después su error: tendría que haber añadido una cola a su artefacto. Murió doce años después, en 887. Sus intentos de vuelo por sus propios medios marcaron los espíritus de la época e incluso a los de siglos posteriores. Habiendo dejado historia como el primer hombre que haya realizado intentos científicos de volar.

Hoy en día la raza humana goza de innumerables experimentos científicos, grandes obras arquitectónicas, diversos artefactos para volar, artilugios de destrucción y de construcción, hoy en día los humanos son potencia en cuanto a inteligencia se refiere.

La pregunta es… ¿han cambiado los seres humanos en actitud referente a sus ancestros primitivos? En cuanto a la inteligencia, ha cambiado mucho, han evolucionado. Sin embargo, sigue siendo destructivo y a medida que pasa el tiempo, su codicia, su gen primitivo no le permite ver más allá de sus narices. Ha convertido la naturaleza en un bosque de cristal, llena de edificios, vehículos, contaminantes, deteriorando el pulmón de su bello planeta.

A medida que pasa el tiempo, han recibido consecuencias de sus actos en cuanto a la naturaleza se refiere, consecuencias que han alterado los cambios climáticos, cambios a lo que llaman calentamiento global, un calentamiento provocado por la misma raza humana.

No obstante, un organismo al que han llamado “NASA” pone todo su empeño en descubrir vida en otros planetas y aunque no den toda la información que deberían de dar a todos los de su misma raza, “Humanos” puesto a que su propósito es huir, porque saben que han destrozado de forma irreversible lo que hasta hoy ha sido su hogar, el que hasta hoy provee sus alimentos, que hasta hoy le ha dado la vida. Pero el ser humano siempre tan egoísta, que, si llegaran a descubrir vida allí, huirían todos aquellos que tengan la posibilidad económica para pagarse su viaje hasta su nuevo mundo, un mundo que destruirán al igual como han hecho hasta ahora, donde actualmente viven.

A pesar de todo lo que ha hecho la raza humana, a pesar de las guerras, la destrucción, el daño colateral a la naturaleza, el ser humano ha aprendido algo muy importante, algo que, si lo supieran utilizar, todo lo que he mencionado anteriormente, fuera todo lo contrario. El ser humano ha aprendido a “amar.”

Es un sentimiento que corre por sus venas, que llega hasta su corazón, es un ser pasional, lleno de emociones, la verdad es que no sé cómo han podido llegar tan lejos. De haber utilizado su inteligencia para ayudar a que la vida nunca cesara, hoy seguirían viviendo en un paraíso natural, sin temor a nada.

Pero como cada vez van intentando hacer eso que ellos llaman progreso, su actitud siempre será la misma desde sus antepasados primitivos.

Siguen siendo liderado por un líder, al que llaman presidente, que no hace nada diferente a lo que se hacía ya antiguamente, liderar con injusto dominio, abusando del poder y lo peor de todo, es que es el pueblo quien da su voto de confianza a ese líder y terminan traicionados.

¿En que se diferencia entonces? ¿Dónde está el progreso? Cuando en su interior siguen siendo tan primitivos como siempre.

La verdad, que, si me dieran a elegir en que raza me gustaría estar, yo elijo la del ser humano y si me preguntaran en que planeta me gustaría vivir, prefiero vivir en mi planeta… tierra.

Y… si me preguntaran ¿porqué? Contestaria:

Porque sé que poseen las herramientas, el poder, las fuerzas de rehacer todo el daño que han provocado, porque sé que a pesar de todo es la mejor especie que haya existido jamás, que, aunque algunos aun vivan con la ley primitiva, otros aprecian la belleza de su tierra, la belleza que hemos adquirido para construir nuestro hogar, tener nuestras familias y lo que más pena me da, es que le estamos dejando un planeta destruido a nuestros hijos, no estamos siendo capaz de dejarles un gran legado.

Escribo porque me apasiona, porque con letras puedo desahogarme, decir lo que siento. Y con estas letras no quiero ofender a nadie, no quiero acusar a nadie, lo único que deseo, es que se haga conciencia, de que todo aquel que lea estas palabras llenas de amor por este mundo tan bello, reflexione y se una, que escriba, que grite, pero que haga saber de alguna forma u otra, que prefiere vivir en este planeta, que no quiere que se siga haciendo más daño a personas inocentes, que no quiere ver como se aprovechan del poder para hacer lo que se le da la gana, que todos queremos libertad. Es triste ver cómo nos domina el gen primitivo, al matar, destruir, ya sea por placer o por poder.

Despierta, no dejes que sigan destruyendo lo que más aprecias, no permitas que tus hijos crezcan en un mundo infame, un mundo dominado por la codicia el odio y la destrucción, la mejor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos es: Amor, conocimiento y un planeta en el que puedan vivir. Sin aire, sin comida, sin agua, no hay futuro de vida. Hay que tomar en cuenta que no estamos heredando la tierra de nuestros antepasados, la estamos tomando prestada de nuestros hijos.

Sé que, si todos nos unimos, podríamos vencer.

La vida no se resume en dinero, no se resume en ser el mejor. La vida se resume en los resultados que dejamos a nuestro paso por este mundo, nuestra función es colaborar a la eterna existencia de nuestra tierra y nuestra raza, este es el verdadero ciclo de la vida, la tierra nos da frutos y nosotros la cultivamos, pero si desahogamos nuestra euforia, nuestro ego, nuestra codicia en ella, estamos destruyendo lo único que nos da la posibilidad de disfrutar de aquello que creemos conseguir… la vida.

Nosotros los humano, poseemos una inteligencia más allá de lo que podemos imaginar, poseemos el sentimiento más fuerte… “el amor.” Gozamos de la proeza del regalo más bello del mundo… “procrear.”

Entonces me pregunto… ¿Por qué destrozamos, si sabemos que tendremos una descendencia como heredera de nuestro planeta? ¿Por qué no implantamos todo ese amor, toda esa inteligencia, para que la existencia de nuestro planeta vaya generaciones tras generaciones?

Será que nos hemos convertido en seres tan egoístas e irracionales, incapaces de pensar o sentir ese amor que poseemos por alguien más que no fuere nosotros mismos.

Es una pena salir a la calle y encontrarse con personas que se han quedado sin techo, sin comida. Esas mismas personas con hijos. ¿En que mundo vivimos? Muchos dicen que esas personas podrían trabajar, que ellos se han buscado llegar hasta esa situación… y yo les digo a esas personas que creen tenerlo todo y se jactan de tales comentarios, que todo ser humano de alguna forma u otra, está buscando vivir en esa misma situación, porque en el mismo momento que destruimos nuestro planeta, en ese mismo momento estamos destruyendo todo aquello a lo que llamamos nuestro hogar y los árboles que nos dan alimentos. Estaremos como esos sin techo que están en las calles, pero quizás en otra dimensión.

Antropólogos aseguran que los seres humanos aprendemos y reaccionamos en nuestros momentos más desesperantes… el problema es que cuando destruyamos nuestro hogar será una destrucción sin retorno y espero que ya no sea demasiado tarde.

Es triste ver como mueren personas inocentes a diario, a causa de una guerra inútil, una guerra que lo que hace es provocar más daño, sin solucionar el problema que antes existía… todo por poder. Más, sin embargo, desearemos tener el poder de existir en el momento final de nuestro paso efímero por esta vida.

Vivo preocupado por mi querida naturaleza, pero más preocupado estoy por nuestra amada especie, que con todo el poder de creatividad no hayamos sido capaz de discernir entre lo que es la construcción y lo que es la destrucción, intentando construir un mundo mejor. “Y lo que ha hecho es destruir mejor al mundo.”

Que injusticia para los animales, para las flores que adornan nuestro mundo, para los pájaros que vuelan nuestros cielos, para los niños, que son embellecedores natos y son el consuelo y la prueba de que nuestra especie es maravillosa y milagrosa.

Parece ilógico vivir en un mundo sin futuro alguno, sabiendo que en cualquier momento será arrebatado y solo habrá un único responsable… “la raza humana.”

Me gusta soñar, porque cuando sueño, siento que todo es perfecto, sueño que en el mundo reina la paz, pero al despertar, observo a mi alrededor, y me doy cuenta de que ya no existe aquel espacio natural donde hace años te despertaba con el cantar de los pájaros y el sonido galopante de los caballos. En cambio, hoy despertamos con el rugir de los motores automovilísticos, el sin vivir de la sociedad, corriendo a un mundo lleno de disgustos, solo porque no pueden saciar su codicia y hay que conseguirlo a cuesta de lo más valioso, nuestro medio ambiente.

“Oh sabia naturaleza, tu que embellece nuestros días de primavera con hermosas flores y bellos paisajes, que nos ilumina y da calor en los días de verano, para que podamos disfrutar de lindas playas, ríos y montañas, tu que nos da los más bellos paisajes con los rojizos caminos de hojas secas en el otoño. Invierno tu que engalanas de blanco parte de nuestras tierras, haciendo posible que las noches familiares sean más calentitas viendo una película mientras te cubre con mantas junto al ser o seres que amamos. ¿Qué te estamos haciendo?”

La pregunta que yo me hago es… ¿Cómo puede ser que la naturaleza nos aporte tanto y nosotros le devolvemos tan poco?

Cada vez que cambia de estación, lo hace de forma que nosotros podamos ir acostumbrando nuestro cuerpo para la estación siguiente. Cuando salimos del caluroso verano, sus lluvias su aire, nos van preparando para un duro invierno, el otoño es un trance entre esas dos estaciones y pasando el frío invierno, llegan días soleados, los arboles florecen, entramos en primavera y todo luce hermoso, nuestras vistas son preciosas.

Nuestro cuerpo ya está preparado para esta nueva estación del año. Cada estación nos proporciona alimentos diferentes, para que no nos cansemos de comer siempre las mismas cosas, para el otoño las castañas… que son deliciosas, el Invierno las Naranjas, Manzanas, Granadas, en primavera las ricas Fresas, Cerezas y en Verano el Melón, Sandía, entre otras. Son una gran variedad de alimentos que nos ofrece. Y… ¿que hacemos los humanos para agradecerlo? Destruir bosques completos, para hacer un sin número de viviendas que generara más dinero para el bolsillo de quien ha sido el inversor, colaborador a la destrucción de nuestro planeta y mientras él se llena el bolsillo, los demás sufrimos las consecuencias irrevocables que este daño pueda causar a nuestro ecosistema.

También le agradecemos, con las innumerables fabricas que existen, las cuales contaminan nuestro oxígeno, destruyendo el pulmón de la humanidad.

Aun así, tenemos la proeza de decir que estamos creando un mundo mejor. Y… ¿es que acaso no estaba bien como estaba…? ¿que más perfección que la vida? Cuya perfección llega a tal nivel, que ni la inteligencia más precedente de la tierra ha podido descubrir como emergió.

No sé hasta donde llegaremos con nuestras hazañas, solo espero que el tiempo no se agote antes de que la tierra diga ya no puedo más y que la especie humana sea capaz de lograr aquello que se propone. Aunque no se puede subir a la quinta plata sin haber hecho antes una escalera para subir. Intentar cambiar el mundo a su manera, es buena idea… pero cambiarlo a costa de lo que te da la fuente para conseguir ese cambio, es como pedalear una bici sin cadenas, no te lleva a ningún lado.

¿De que nos sirve hacer tantos descubrimientos, tantos lujos, sabiendo que todo se va a ir al carajo? O… ¿es que el ser humano no es consciente de ello? O ¿simplemente le gusta hacer por hacer?

Doy por sentado que todos estos avances, han servido para mucho, gracias a la tecnología diseñada por la raza humana, se ha podido salvar vidas, librándonos de enfermedades. Pero también doy por sentado, que estas mismas tecnologías, ha sido una de las causas de las mismas enfermedades. Es decir… “creamos la enfermedad para encontrar la cura.”

Lamentablemente, tantos avances están ocasionando un caos social. Por ejemplo:

Lo que antes era una cena entre amigos o familias… ahora es una cena donde cada uno interioriza en su mundo cibernético, naufragado en la pantalla de un teléfono móvil. Todos sentados allí, sin mediar palabras algunas. Hace un tiempo estuve en una despedida de soltero, salimos por las calles disfrutando viendo al novio disfrazado. Recuerdo que mientras caminábamos, todos los compañeros que hacíamos esta despedida, íbamos con el teléfono celular grabando todo lo que pasaba para subirlo a las supuestas redes sociales y digo supuesta porque muchos la han convertido en una red de mentiras, injurias y más.

Cuando llegamos al restaurante donde cenaríamos, todos en silencio, con el teléfono en las manos… “hay una foto como prueba de ello.” Y esto es un ejemplo de lo que hoy está pasando a consecuencias de los avances, llevando a tal punto de no interactuar con las personas que tenemos a nuestro alrededor. Y… yo me pregunto. ¿Cómo vamos a valorar lo que pasa con mi hermano, con mi amigo, como podremos ayudarles, si no estamos ni si quiera poniéndole atención?

Otra consecuencia de los avances de hoy en día es… “el terrorismo” es muy fácil encontrar en un video en internet, como hacer una bomba, como hacer daño, como destruir y muchos desalmados aprovechan esas informaciones para hacer cualquier perversidad que se le venga a la cabeza, de hecho, muchos lo hacen por fama. Y más triste aún, es ver como después de pasar cualquier catástrofe, los idiotas, así como les llama Albert Einstein, sacan sus teléfonos y buscan ganar dinero, audiencia o fama, grabando las desgracias de otros y no hacen nada para ayudar, ¿Dónde está el corazón, ese amor, donde yace dormido? Es otra prueba de lo que hemos creado el ser humano.

No sé cómo llamarle a lo que hemos creado, no sé si es avance o atraso. Entre el pasado y la actualidad, hubo un punto medio, un punto donde había personas inocentes, donde no había tanta maldad, donde te despertabas cada mañana y decías los buenos días a tus vecinos, a las personas que pasaban por las calles, mas, sin embargo, hoy te dan la mano para saludarte y luego se cuentan los dedos para asegurarse que no le has quitado uno. Se ha perdido la confianza, ya las personas no confiamos ni en nosotros mismos, porque vivimos en un mundo muy amplio y avanzado en tecnologías, pero obsoleto en la educación, honradez, honestidad y es tan así que nos engañamos a nosotros mismos y vivimos una mentira hasta el punto de que ni siquiera nos reconocemos.

Estamos tan enfocados en aparentar, en vivir una vida más cómoda, que descuidamos los valores, sacrificamos nuestras vidas destruyendo nuestro medio, destruimos la de los demás, solo por conseguir nuestra comodidad.

Hoy nuestro planeta nos habla, nos lo repite constantemente, nos dice que paremos de destruirla, nos lo advierte mostrándonos sus fuerzas, pero estamos tan ocupado en tener más poder que no nos damos cuenta del mensaje.

El otro día se anunciaba un Huracán en mi país de origen República Dominicana. Era increíble ver como muchas personas utilizaban este fenómeno natural como un motivo de negocio, para vender productos aumentando sus precios, aprovechando el miedo, el terror que este causaba en las personas, para sacar el máximo provecho, pero es más penoso aun, que cuando este fenómeno se desvió y no paso por mi país, muchos utilizaban las informaciones para hacer bromas, diciendo que el “gobierno le ha vendido un Huracán y no se lo dieron.” Cuando estos mismos estaban asustados por la noticia de este fenómeno. Nunca tomaron en serio lo que estaba pasando, nunca pensaron a que se debe todo ello, porque mientras por allí pasaba un huracán, en otros lugares llovían piedras, en otros lugares había terremotos, en otros lugares del mar salía espuma e inundaban ciudades. Muchas personas mueren a causa de estas catástrofes naturales. Pero pensándolo bien, si matamos y destruimos a nuestra especie nosotros mismos ¿Por qué nos va a importar que lo haga un fenómeno natural? El problema es, que hoy fue a unas familias, mañana puede ser la tuya y después la mía.

En mi opinión, esto no es un problema político, no es un problema de uno, la destrucción de nuestra especie es culpa de todos, todos colaboramos de alguna forma u otra a que dicha destrucción proceda, es nuestra responsabilidad cuidar y velar por nuestro mundo.

“Cuidar de nuestra especie, no es cosa de uno, es responsabilidad de todos.”

Da igual si somos egoísta, da igual si no lo somos. Si somos egoísta, pensemos en nosotros, en lo que podemos llegar a convertirnos si nuestro planeta desaparece y acompañemos ese pensamiento con actos, cuidando de la naturaleza que nos provee. Y si no somos egoístas, miremos nuestro alrededor, observemos todo lo que está pasando con nuestro hermano, amigo, vecino o personas a las cuales ni siquiera conocemos, pero que son personas que al igual que tú y que yo, merecen la oportunidad de vivir. Cooperemos con el medio ambiente, ayudemos a que nuestros descendientes puedan disfrutar de un aire puro, de una naturaleza viva, que la raza humana perdure eternamente.

Decía el filósofo Tezin Giatso…

“la naturaleza sostiene la vida universal de todos los seres.”

Si no cuidamos de ella, nuestra vida desaparece junto con la naturaleza. Y saber que hace muchos años, se viene intentando de que nuestra especie comprenda que no será posible la humanidad, si no tenemos una nueva y buena relación con nuestra Madre naturaleza. Que no me diga nadie que hay un país o nación que vela por el medio ambiente, sabemos ya por experiencias que… el crecimiento económico y la protección al medio ambiente, no tienen ningún punto de compatibilidad, son como dos polos opuestos, más cuando se busca prosperidad a largo plazo.

No se puede decir que cuido a la naturaleza, cuando se busca un nivel alto económico y avances para sostener la prosperidad de la nación, cuando se destruye para conseguir dicha prosperidad, cuando se castiga la naturaleza por tan inmensa ambición.

En mi opinión, aunque estemos en el peor de los tiempos, creo que es el mejor, porque aún tenemos la oportunidad de cambiarlo todo.

Si se juzgara un acto contra nuestra naturaleza, así como se juzga un acto contra la sociedad, el mundo sería totalmente diferente. Y recordar que al juzgar un acto contra la naturaleza de la misma forma que a la sociedad, estamos salvando a toda la raza humana de una desgracia natural.

El motivo por el que el ser humano abusa de la tierra es porque pensamos que es de nuestra propiedad, cuando la veamos como un lugar al que nosotros mismos pertenecemos, es en ese preciso momento, cuando comenzaremos a amarla y respetarla.

Supongamos que la tierra que pisamos es como un barco, y el océano el lugar donde navegamos, si no cuidamos del barco, se perforará y dejará que entre el agua y poco a poco naufragará con todos los tripulantes. Esto no es solo una metáfora, en realidad, es tan grande la porción de agua, que el espacio terrestre se ve como una pequeña barca, en el momento que ya no resista, los mares comenzaran a entrar en nuestras tierras, inundando todo lo que hemos construido, casa, coches, etc. Y a ser posible también a nosotros. Entonces… ¿de que sirve tanto esfuerzo por querer avances a cuesta de la destrucción masiva de la naturaleza? Si al final de todo, las aguas volverán a su lugar, las plantas crecerán, todo se regenerará, menos la especie humana.

“Querida naturaleza, querido planeta, lamento todo lo que mi especie te ha causado, perdona nuestro ego, no somos conscientes de lo que te estamos haciendo, no estamos valorando que… eres tú la que nos da la vida, en cambio te pagamos mal. Admiro tu encanto tu belleza, te admiro a ti querida naturaleza. Y si muero, allí donde me encuentre, tuviera que volver a elegir donde quiero volver a vivir… prefiero vivir en mi planeta.”

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