El mundo de tiza
Aquella tarde Carmen lanzó la piedra al aire, que rebotó sobre el empedrado antes de detenerse en el último recuadro de la rayuela, el número diez. A la pata coja fue avanzando de casilla, pero bajo sus pies no había números que guiaran el juego, sino símbolos extraños dibujados en tiza. Tras el primer salto,...