Adolescente feliz
Diosito nos escuchó, fue maravilloso. Dios nos prestó un angelito para amarlo eternamente y tenerlo en el corazón, cuidándolo con devoción, enseñándole a dar sus primeros pasos dulcemente con amor. Sus primeras palabritas, empezando con papá y mamá. Nuestro bebé sigue aprendiendo a reír, jugar y sobre todo a querer a Dios, a mirar el...