El último gol
El aire cargado de humedad dejaba un sabor terroso en la lengua mientras los pies descalzos de Iván golpeaban con fuerza el suelo. El balón rodó hacia el poste improvisado, una vieja silla volcada, y rebotó con un golpe hueco. Atrás, Diego estaba sentado en las escaleras, moviendo un palito entre los dedos, con los...