La zorra y los cristales
Aprendí que para un niño las palabras son sólo eso, palabras. Hasta que un día te das cuenta que si no van acompañadas de hechos, si no las das un significado... pueden ser cualquier cosa.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
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Perder la inocencia Aprendí que para un niño las palabras son sólo eso, palabras. Hasta que un día te das cuenta que si no van acompañadas de hechos, si no las das un significado... pueden ser cualquier cosa.
4 de julio las circunstancias críticas de una ciudad Desesperada por el terror de los tiempos, Desde mi infancia Recuerdo todo pero no diré nada hasta que me sienta segura de decirlo , en ocasiones éramos Muy felices pero luego el día a día destrozaba en pedazos Esa felicidad y la convertía en amargura Cada cosa que hiciéramos era un...
Son muchos los recuerdos que tengo de mi infancia. Algunos vuelven con tanta nitidez que me parece estar viviéndolos de nuevo. Como aquel día que mi madre me compró dos pollitos, uno azul y otro rosa. Los llamé Alegría y Felicidad porque me divertía mucho jugando con ellos. Tuvieron un final muy triste. Recuerdo que...
Soy Laila en aquel entonces tenía 8 años, vivía en el campo con mis padres, pues eran propietarios de un pequeño terreno. Allí cultivamos gran parte de nuestros alimentos. Nuestros días transcurrían tranquilos y alegres, entre risas y labores cotidianas. Mis pasatiempos favoritos eran correr, jugar y también me divertía alimentar las gallinas y recolectar sus huevos. Poco a poco en el sector como en otras partes del país empiezan los enfrentamientos entre grupos armados al margen de la ley. Y es así como nuestra tranquilidad y la de los demás habitantes es interrumpida debido a los abusos por parte de estos grupos, tales como extorsiones, violaciones, asesinatos, reclutamiento de niños y amenazas. En un abrir y cerrar de ojos estos grupos empiezan a disputarse el control del territorio. Todos quedamos atrapados en medio del fuego cruzado, no había presencia del estado ni quien nos defendiera nuestra única esperanza era "la misericordia de Dios" decía mí madre. poco a poco los habitantes del sector empezaron a abandonar sus viviendas por el miedo y la sozobra de caer en el juego cruzado algunos salieron sin nada más que sus prendas de vestir. Mi padre un hombre fuerte y trabajador, y un poco terco por defender lo que con sudor y sacrificio había conseguido se negaba a abandonar su parcela, aquel terruño que nos proveía el sustento. Sin embargo después de evidenciar varios asesinatos, solo por amor a su familia, un día tomó la decisión de decirle a mi mamá, con aquel cariño con el que le hablaba, susurro "mija escoja lo mejorcito de la ropa, nos vamos aquí ya no hay cómo vivir" . Pude ver su dolor y tristeza en su mirada. Sin tener claro cómo, y dónde íbamos a llegar, con mucho dolor tuvimos que abandonar nuestra casita. Llegamos a la ciudad y con ayuda de algunos familiares y con mucho sacrificio de mis padres, aunque pasamos muchas necesidades, logramos ubicarnos y empezar de cero. Hoy 15 años después puedo hablar de este suceso tan doloroso, y aunque en aquel entonces era muy pequeña para entender muchas cosas, solo sé que esa guerra sin sentido nos arrebató más que un terreno con una vivienda, y dejó secuelas para siempre. "Hoy veo a mis hijos y le pido a Dios que no sufran lo que yo sufrí".
Una niña parecida a muchas, sobresaliente en su traje de baño azul, corría por la playa mientras la arena le quemaba los pies. El piso era lava y para llegar a la orilla debía sobrepasar el obstáculo con gran valentía. Era su aventura. Cuando sus pies sintieron la arena mojada debajo, la pequeña sonrió, y...
Las lágrimas resbalaban de sus ojos escondidos bajo la gorra y desaparecían perforando la nieve esponjosa recién caída. Su madre y sus dos hermanas lloraban desconsoladas, sin ocultar los ojos enrojecidos por la pena y la vergüenza. El clérigo mormosteaba de memoria y con poco entusiasmo el típico sermón que podría servir para despedir a cualquier...
El niño corría por el jardín entre canteros de agapantos, hortensias y margaritas arrugadas. Llevaba en su mano, bien alto, una espada de plástico, mientras sus piernas volaban sobre los matorrales, tan aladas y livianas. Todo su cuerpo destellaba su inmensurable fantasía. Por momentos se escondía detrás de las frondosas plantas, o corría alrededor de...
Aplastaba nerviosamente la pastilla entre cucharas para bajar la fiebre de mi hijo. Aquellas noches compartiendo tarjetas en los baños del Muelle Marzano regresaban a mi mente en intervalos. Nos quisimos entonces y nos queremos hoy. Amaneceres en el Mediterráneo, en las Siete Calles, en la puerta de una vieja ferretería. Soñábamos. Hoy no puedo...
Utilizamos historias para tratar de generar sentimientos de temor en nuestros hijos, con el fin de poder obtener los resultados que esperamos, pero, ¿por cuánto tiempo lograremos el efecto deseado?, y que ocurre cuando deje de ser así?
Sebastián, es un niño apasionado por Star Wars, en sus vacaciones dedica su tiempo a construir una nave de lego, tiene dos amigos que son hermanos mellizos que lo llaman para jugar a las canicas, pero él duda en unirse. Cuando le pregunta que es más importante, él reafirma su elección: La nave y su pasión por construirla. Esta historia muestra el choque entre la infancia y el paso a la adolescencia, cuando las prioridades empiezan a cambiar y los intereses personales pueden alejarnos de ciertas experiencias compartidas.
No entiendo muy bien esto, ¿por qué hay que perderla? My sencillo, con ella somos vulnerables. Por mucho que nos duela es lo que tenemos que enfrentar. La inocencia. Duele pero no se quita. O si? Hay malos recuerdos que pueden hacernos madurar puede que no de la mejor forma pero sí que lo hacen....
Mi madre era mi única familia, digo era porque murió el mismo día que vine al mundo, y digo murió porque es el único motivo que se me ocurre para que una madre abandone a su hija en su primer graznido. Mi suerte y mi desdicha se acompañan, nunca nadie me habla de ella, y si...