EL HOLOCAUSTO DE LAS PALABRAS

28 MAYO 2050. ACTUALIZADO 17:51 CGST      

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GALAXIA PRESS

TECNOLOGÍA Y CIENCIA

EL HOLOCAUSTO DE LAS PALABRAS

Las  generaciones  actuales  de  los  países  más  desarrollados  apenas necesitan  el  lenguaje  oral  para comunicarse y han arrinconado el lenguaje escrito.

MARÍA JOSEFA LAFUENTE 28 MAY 2050 – 00:00 CGST

En los últimos diez años, en algunos de los países  más desarrollados y punteros en tecnología, se ha registrado el nacimiento de bebés con ciertas peculiaridades.

Un grupo de científicos de la Universidad de Cape Town informa de que estos bebés presentan ojos, órganos fonadores y dedos modificados.

El cambio más llamativo es un notable aumento del tamaño de los ojos junto a la alteración de la morfología de ciertas estructuras oculares internas y un mayor crecimiento del lóbulo occipital, lo que les permite captar un ingente número de imágenes por segundo, al tiempo que optimiza  su visión periférica. También cabe destacar el alargamiento, flexibilidad y adelgazamiento de los dedos pulgares e índices, que los dota de mayor agilidad y alcance. Hoy podría considerarse que la pintora Margaret Keane, que dibujaba retratos con grandes ojos, y Carlo Rambaldi, el creador de E.T. fueron unos visionarios, como lo fue Julio Verne en su día.

Vivimos en el Universo de la imagen. Nuestros hijos apenas articulan palabra pendientes de una realidad plagada de pantallas grandes y pequeñas. Sus dedos corren ágiles por superficies holográficas plegables y viven arriesgadas fantasías en sus dispositivos de realidad virtual. Este mundo visual-táctil que los encierra en sí mismos es probablemente la causa de la hipertrofia de ojos y dedos, y de la atrofia de los órganos fonadores de estos peculiares bebés –aventura el profesor Jacobs–. Las generaciones actuales de los países más desarrollados apenas necesitan el lenguaje oral para comunicarse y han arrinconado el lenguaje escrito. El auténtico drama es que perder las palabras podría convertir esta adaptación evolutiva en auténtica regresión.  ¿Serán  los jóvenes  de  los  países  menos  desarrollados  quienesrecogerán el testigo oral y narrativo y nos salvarán de esta catástrofe?