Thanos 2050, la incineradora personal

En la última década hemos visto como el terreno virgen se ha visto drásticamente reducido, convirtiéndose en privilegio de unos pocos poseer una porción de tierra. Sobretodo aquella para descansar el resto de la eternidad. Porque es bien sabido por todos que adquirir un nicho o parcela para que reposen los restos de nuestros familiares se ha convertido en un lujo fuera del alcance de la clase trabajadora. Si bien la incineración podría parecer la solución más obvia, la privatización de empresas de este sector y el encarecimiento incesante de los precios, lo han convertido en la única alternativa viable, llevando a la aparición del, ya comúnmente denominado, Crédito Negro; Destinado a pagar gastos derivados de la eliminación de restos, con unos intereses muy superiores a los préstamos hipotecarios, pasando la deuda en muchos casos a la siguiente generación.

A raíz de esta necesidad, Fermín Pleguezuelos Sánchez, licenciado en ingeniería aeroespacial por la Complutense de Madrid, ha desarrollado una máquina que revolucionará el mercado. La «Thanos 2050», el aparatito destinado a convertirse en uno de nuestros electrodomésticos favoritos. No mucho más grande que una antigua fotocopiadora, tiene la función de eliminar residuos de carácter orgánico con una tolerancia máxima de unos 95 kilogramos. Y sin residuo resultante alguno, tan solo la necesidad de cambiar filtro cada 25 o 30 usos.

No obstante dicho invento no ha estado exento de polémica. Al margen de sus utilidades orientadas a los problemas sociales de muchas familias, se ha apuntado hacia la posibilidad de un uso con fines delictivos. Tales cómo deshacerse de forma sencilla del cuerpo del delito, imposibilitando la resolución de un crimen. Aunque el creador asegura que los protocolos de seguridad guardan un registro exhaustivo de todos los procesos llevados a cabo, el temor a que cualquier medida de seguridad sea insuficiente siempre estará presente.

Que la «Thanos 2050» sea la solución a un gran problema de nuestra época u otra invención anecdótica es algo a lo que tan solo el tiempo podrá contestar.