Estados Unidos gana la Carrera por la Inmortalidad

Ethan, el primer humano que no envejecerá jamás, acaba de nacer hoy en el hospital “City of Hope” de Los Ángeles. Este logro de épicas proporciones, es el resultado de más de tres décadas de estrecha colaboración entre científicos de un equipo multidisciplinar compuesto por biólogos, genetistas, oncólogos, bioinformáticos, y expertos en nano tecnología.

El equipo americano se ha alzado con la victoria final en la denominada “Carrera por la Inmortalidad”: una tortuosa competición no exenta de sonoros fracasos, en la que también participaban los gobiernos de Rusia, China, India y Pakistan (éste último más por una cuestión de rivalidad con su archienemigo indio, que por sus capacidades reales de hacerse con el triunfo final).
Los detalles de cómo el equipo americano ha conseguido esta sorprendente victoria,  aún no han sido revelados. Lo que sí que ha trascendido es que Ethan tendrá un crecimiento natural durante sus primeros años de vida, siendo sometido a una compleja y masiva intervención quirúrgica en su décimo aniversario; momento en el cual su sangre, así como varios de sus órganos vitales, serán sustituidos por una combinación de nano máquinas y compuestos sintéticos.

Se trata de una gran noticia para la especie humana, aunque plantea más interrogantes que respuestas. Lobbies de presión formados por neoluditas, organizaciones religiosas y grupos civiles pro derechos humanos, se han congregado hoy a las puertas de la Casa Blanca en señal de protesta por lo que consideran ya la mayor atrocidad perpetrada jamás por el ser humano.
La Casa Blanca ha respondido a estas protestas asignando una masiva partida presupuestaria a la NASA, que se apresura por encontrar nuevos planetas, así como por generar las condiciones de vida mínimamente viables en los planetas ya descubiertos. 
La raza humana acaba de comer del árbol de la vida, alcanzado a través de la tecnología la anhelada vida eterna.
La Tierra, sin embargo, no puede soportar más población, por lo que urge encontrar nuevos hábitats.

El presidente de Estados Unidos, en rueda de prensa oficial, ha afirmado que “solo Dios puede castigarnos o perdonarnos ahora”, eludiendo así cualquier responsabilidad moral al respecto.