Viaje a Londres

Viaje a Londres

Estudiando

05/05/2020

-Por Favor abrocharse los cinturones, que en unos minutos aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Londres-Heathrow. Los nervios me consumían. Con mis dieciseis años estaba listo para una gran aventura. Ir un mes a una residencia universitaria en Londres. Por suerte éramos unos veinte chicos. Salir desde Córdoba Argentina fue un click dentro de mi. Ya no había vuelta atrás. La profesora que nos acompañaba y el guía nos tranquilizaban. Chicos, llegamos. Y sentir la independencia al ciento por ciento. La excitación era tal que no terminaba de aterrizar. Nos llevaron en el micro a la residencia, y allí más de quinientos estudiantes del todas partes del mundo. Dejamos nuestras cosas tiradas y fuimos a comernos el mundo. O mejor dicho, ¡¡¡a comer!!!.

Estábamos deslumbrados con todo, el Palacio Real, los paseos, los museos, y el estudio. Porque asistíamos a clase todos los días para rendir el exámen al final del curso. Hice amigos de todas las nacionalidades. Pero tenía que admitir que extrañaba a mi familia. Sobre todo las ricas comidas de mamá. Porque sabrán que los ingleses no se caracterizan por la buena cocina. Pero sí por la buena literatura.

Esa rutina de clases hasta el mediodía, paseos y estudio fue extenuante pero maravillosa. Recuerdo cuando me perdí en Notting Hill y una señora muy amable me prestó su celular porque el mío para variar se había quedado sin batería.  Me sentí en un momento solo en el mundo, perdido. Pero tenía que valerme por mí mismo. y pude contactar a mis compañeros. Fue todo un reto. Hoy me doy cuenta la suerte que tuve de ese aprendizaje, a administrar mis tiempos, a socializar con otras culturas, a aprender y estudiar de otra manera, a pensar en otro idioma. Teníamos un ritmo muy intenso. Y se iba acelerando mientras se acercaba el final. Pero las salidas eran tan lindas, ver el Big Ben me recordó a Peter Pan volando con Wendy y sus hermanos. Pasamos por el parque a dónde se filmó 101 dálmatas.Pero mi sueño se cumplió y debo admitir que me emocioné cuando fui a la estación de Harry Potter. Mi madre siempre me alentó a leer fantasías, y me llevaba a las presentaciones de los libros de mi mago preferido, y ahora estar ahí fue UNICO. Sentí que se cumplía mis sueño de niño. Y sentí nostalgia del abrazo de mi madre. Porque ella estaría feliz de verme feliz. Entonces la llamé y le envíe fotos.

Lamentablemente hubo dos atentados terroristas mientras duró nuestra estadía. Los padres estaban desesperados. Por fortuna, estuvimos a salvo. Pero reconozco que eso empañó mucho el viaje. Se siente tan lejos la patria, tu lugar, tu gente. Entonces aprovechamos a comprar regalitos para todos. Claro, pagué con la extensión de la tarjeta visa que me dieron mis padres y me sentí mayor. El miedo nos unió mucho a todo el grupo, y creo que ahí conocí al amor de mi vida… que por suerte vive acá!

Los últimos días los vivimos con mucho estrés. Querer volver y querer quedarme ahí, eran sentimientos ambivalentes, sumados a la nostalgia, la excitación y el terrible exámen. Lo aprobé excelente, misión cumplida. Era Hora de volver a casa. Pero me daba nostalgia. Me conquistaron la gente educada, amable y la gran cultura que tienen. Creo que quiero volver. Cuando termine la pandemia. O cuando tenga que ser.

Nunca dejaré de agradecer a mis padres la oportunidad que me dieron de viajar y conocer.

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