ME VOY CON TUS HUELLAS EN MI CORAZÓN

De pronto pusieron a mi país en emergencia nacional, había cuarentena, inmovilización social…mis manos empezaron a temblan…mi corazón quería salirse Soy María  y trabajo vendiendo caramelos en los buses de Lima Perú y esa mañana escuchaba el discurso del presidente…mis latidos fuertes de mi corazón hacían más bulla que mis esfuerzos por emitir un sonido de mis labios y me he quedado congelada mientras que el llorar de mi hijito de 10 meses de nacido me hizo volver a la realidad y ahí estaba yo en un cuarto de 3 metros por 2..mi hijito llorando a gritos y yo llorando en silencio…en ese instante extrañaba a mi madre pero ella una viejecita de 81 años que podría hacer por mi …estando ella en los andes de mi país y yo en una ciudad tan grande…voltie a recoger a mi hijito abrazarlo pues con tan solo abrazarlo era la fortaleza más sublime para saber que estamos vivos y yo iba a hacer todo lo que esté en mi, en eso me tocan la puerta era el dueño del cuarto diciendo que si tenía el mes para pagar a lo que respondí que no porque ahora mismo no tenía y en medio de esta pandemia, que necesito unos días para resolver esto que no puedo accionar ahora pues traigo a mi pequeño hijo conmigo…entonces lo peor estaba iniciando en mi vida…me pidió que de inmediato recoja mis pocas cosas y  me retire  y que además quien sabe y yo esté infectada con este virus que merodea el mundo….le suplique que por favor no me bote,  y mientras lo hacía mi pequeño hijo no paraba el llanto, llanto que llegó hartar al dueño del cuarto y me dijo que necesita deshacerse de mi y de los gritos del niño, tiró la puerta y con el golpe que hizo pareciera que hasta rompió mi ser….me sentí el ser humano más frágil …pero ahí estaba …mis 10 prendas, los pañales de mi bebé…su ropita su biberón azul desgastado y su partida sonaja….y ahí estaba con mi desesperación encima, mi nostalgia, mis miedos y mi ultima bolsa de caramelos pues esos caramelos eran mi fuente de ingreso, subía a los buses a venderlos y así generar dinero para comprar alimentos a mi hijo…pero ahí estaba yo….entonces he decidido meter todo a mi mochila, ponerme mis únicas zapatillas resistentes a todo, guardar la ropita de mi pequeño y queriendo meter hasta en una pequeña bolsa toda mi vida….mi momento en Lima se había acabado….sin trabajo sin un techo que me proteja y sin alimentos para mi bebé…era momento de retirarme a la ciudad donde nací y empezar desde cero, tengo pies, tengo manos y tengo muchas ganas de trabajar…y ahí estaba buscando la llave del cuarto, tomando un vaso de agua y levantando a mi bebé y mis 4 pequeños equipajes pero que ahí se encontraba toda mi vida entera….vine a Lima con ganas de surgir…de aprender y con mi trabajo pagarme mis estudios porque tenía una gran meta…hacer mucho por mi madre y ahora tenía un nuevo motivo…mi bebé estaba ahí ahora en mi vida….era mi fuente de inspiración….pero el gobierno decretó la cuarentena y la vida se me puso en agonía y ahí iba yo…fui y dejé la llave debajo de la puerta del dueño con una nota que decía….porque hoy usted me ha cerrado las puertas….tenga por seguro que saldré de esto porque un día tendré que yo abrirle una puerta y enseñarle que en momentos como esto solo nos toca buscar en nuestro corazón y saber de que estamos hechos…se llama sensibilidad señor…hasta pronto. Y ahí estaba yo bajando las escaleras y saliendo por fin de ese lugar…quise voltear porque me daba mucha tristeza todo …pero preferí mirar los ojos de mi bebé y abrazarlo.

Me dirigí con dirección a la terminal a encontrar algún transporte y me doy con la gran sorpresa que todo estaba completamente cerrado y hasta las listas humanitarias alcanzaron el límite de pasajeros…no sabía que hacer dónde ir y mi pequeño empezó a llorar nuevamente….buscando dentro de mi mochila que darle hasta que pueda buscar alimentos, y en eso llega una familia entera que me dice que todo está cerrado todas las empresas de transporte no trabajan por el estado de emergencia y que nos vamos caminando, si en bus es 8 horas pues caminando quien sabe cuando llegar pero no tenía otra alternativa y me iba caminando con la familia y en el camino más y más personas, de pronto ya  éramos más de 1000 personas volviendo al lugar donde nacimos…mi rumbo final era caraz una ciudad demasiado maravillosa abrazada por un lindo cielo azul, pues bien he caminado 2 días…y en plena ruta por la panamericana norte mi pequeño hijo estaba agonizando…he gritado a todos que me ayuden…pero nadie podía ayudarme a salvarlo…ese viernes 1ero de mayo mi hijo murió en mis brazos mientras he tratado de protegerlo con mis abrigos….con mis brazos, con el calor de mi pecho…pero el no resistió…y he caído con el en plena carretera…he gritado de dolor porque todo lo que busqué era protegerlo…protegernos pero mi bebito no resistió más, la gente me daba agua me quería arrancar de los brazos a mi hijito pero su cuerpecito aún caliente era mi todo…yo ya no quería más vivir porque todo mi mundo se me había ido esa mañana…nadie entendía mi sufrir, nadie comprendía que me estaba muriendo…hace 2 horas acabo de llegar y enterrarlo en el patio de la casa de mi madre…y es que aquí donde decidí migrar nuevamente es aquí donde pertenezco y donde mi pequeño ser descansará y cada día y noche será mi grandiosa luz de mis días…de mis días en una pandemia….porque cuando me retiré de Lima dije me voy con tus huellas y ahora digo porque seguiré con tus huellas en mi corazón, porque ahora desde aquí puedo decir que tengo todo roto…pero un día sanaré

…hasta pronto hijito….hasta siempre mi amor.