Carta de una abuela migrante al nieto que no ha sido concebido

Carta de una abuela migrante al nieto que no ha sido concebido

Bonnie Fuenmayor

30/04/2020

Hola Vida,

Existes en mi pensamiento y sueño con el día en que pueda arrullarte entre mis brazos. Hoy escribo esta carta para contarte, una fracción de mis experiencias. Quizás, en algún momento de tu vida es probable que conozcas a personas que te dirán algo de mí, pero no creas todo lo que dicen, porque incluso a mí, me ha llevado toda una vida saber quién soy y ten por seguro que ¡aún sigo descubriéndome!

Lo que te voy a contar está impregnado de sentimientos y el propósito de esta carta es que aprendas de mis errores, para que no los repitas. Tu mami seguramente, te habrá contado que emigré después de cumplir 50 años de edad y lo desagradable de ser adulto mayor, es la incomodidad que podemos producir a otros. Quiero que sepas que, en mi interior me siento la misma que he sido y seré, tal como lo fui, desde el momento en que tomé conciencia de mi existencia. Claro que uno cambia con el paso de tiempo y adquiere conocimiento y experiencias, pero la esencia de uno mismo: “esa no varía”. Pero te quiero contar, que mi vida cambió radicalmente por haber emigrado, hoy acumulo más edad y ninguna empresa te contrata, ni siquiera para hacer un recado y a esa circunstancia, se suma la otra que tiene mucho peso, soy extranjera y eso me ha producido la pérdida de mis derechos como por ejemplo, la negativa a acceder a cualquier protección, porque solo se les provee a los nacionales. Esta situación se ha agravado con la pandemia y lo que se aprende a costa de dolor, jamás se olvida.

Perdona cariño mío, que te escriba sobre estas cosas, porque no es la forma en que quiero que me recuerdes, pero tengo que pasearte por las sensaciones que viví y que jamás en mi vida, me habían pasado por la mente. Conocí el dolor punzante del hambre en el estómago, que se alivia un poco, cuando se siente un letargo que te invade el cuerpo y la energía se te escapa. Cuando se llega a esa etapa, el dolor se desvanece y el vacío te da una sensación de llenura; pero esa experiencia fue breve y se ocasionó porque un hombre nacional de este país, después de darme un precio, me cobró de más por un servicio y me dejó sin dinero para comprar alimentos y así, viví otras experiencias de engaño, hipocresía, desprecio, pero aún con todo eso, puedo afirmar que soy afortunada y sigo con vida.

Mi legado para ti, de todo lo que viví y que aún no ha concluido, no es una letanía de dolor, ni un laberinto sin salida, porque cada minuto de estos largos trece años, también han servido para encontrar dentro de mí «fortaleza y voluntad», como nunca antes lo había sentido. He logrado descubrir que, puedo detectar la sonrisa complaciente de un falso amigo, la avidez del codicioso por adquirir algo a bajo costo, la hipocresía en el halago, pero también y entre todo, es lo más valioso, he aprendido a conocer la sinceridad del afecto de una mano amiga, si, esa que ofrece todo a cambio de nada, la solidaridad y el compañerismo que, se va forjando entre personas que entablan amistad y la dulce sensación que reboza el alma, cuando los lazos que nos unen, traspasan los límites y roza los sentimientos familiares, aun entre extranjeros. Aprendí el valor de la paz interior, el significado del desapego, la humildad, el valor de un compromiso, el agradecimiento infinito por cada minuto de vida y qué hacer ante la incertidumbre del mañana.

Por eso te afirmo, que cuando las experiencias me condujeron al limbo entre un amasijo de leyes y reglamentos, que me gritaban al oído cada día el significado y alcance de las fronteras y además mi condición de adulto mayor, yo solo cuide de mi integridad y evite la confrontación, porque el sistema es un oponente demasiado grande y poderoso. Si le hubiera hecho frente, seguramente la historia se hubiera escrito de otra forma y yo hubiera resultado perdedora, pero no permití que el miedo se apoderara de mí y así, opté por “re inventarme”, haciendo cosas que antes no había hecho o, llevando a cabo las que si conozco, pero haciéndolas de otra forma. Ahora no me avergüenzo de ninguno de mis errores, aunque es cierto que perdí el patrimonio que representaba la seguridad de mi vejez, pero eso no implica que no podré construirlo de nuevo. Estoy VIVA y a mi cabeza fluyen ideas como un torrente que me impulsa a seguir y a compartir quien soy y eso, mi querido futuro nieto, no me lo puede limitar ninguna frontera y ninguna persona.

Me dormí por muchos años, porque estuve esperando que mis problemas de inserción en un país extranjero, se resolverían con un empleo y así regalé mi trabajo, mi esfuerzo, mis conocimientos y experiencias, hasta que dije BASTA. En mi piel se grabaron los años, es algo que no puedo revertir, pero dentro de mí, ha emergido una fuerza superior al cuerpo que me anima a expresar y compartir quien soy. Ahora lo importante es que “soy parte de todo el mundo”. Re inventarme y avanzar, es mi legado para ti.

Recuerda siempre mi amor: “El hogar más seguro y amoroso lo llevas en ti. No es la casa que habitas, sino el fuego que mantiene encendido el amor, que no es un simple sentimiento, sino una sublime responsabilidad. El valor más preciado es la Vida, Cuídala y Respétala en ti y en otros. Solo podrás dar a otros lo que tienes en ti, así que ten disposición para cultivar principios y valores, porque eso siempre te distinguirá. Sé íntegro y evita los caminos fáciles, que venden gloria y fama en poco tiempo. Construye poco a poco, con bases profundas y se consciente que estás construyendo no solo para ti, sino para el mundo.”

Tu abuela materna que te ama,

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS