Migrar a la felicidad

Salir de la zona de confort a un lugar que consideras mejor al que vives es el cambio más grande que puedes hacer dependiendo del motivo. Algunos creen que emigrar es solo viajar y conocer otro sitio, la realidad es que cuando emigra hay un motivo ya sea político, económico e incluso personal. Os contaré una experiencia que tengo viva en carne propia.

¿Recuerdan ese país al que le decían que era un paraiso? 

El país de las mujeres bonitas, los paisajes hermosos, pues si ese del que tanto han hablado ahora Venezuela, nací allí un 4 de Julio del 1998, desde entonces mi crecimiento fue ver como un país se deteriorará a tal punto que mi familia con los años fue migrando a distintos países, algunos más cerca y otros no. Incluso, tenía la idea de que tal vez irse de casa no estaría mal el viajar y conocer otros lugares bonitos, el problema es que no se podía para tal caos económico y lo más  importante la seguridad.

Puesto que mi familia y yo nos vimos abatidos ante la situación perpleja, decidimos encaminar nuestra historia a un nuevo rumbo, claro que es complicado, parecía fácil, pero resultaría más complicado cuando sabes que dejas el resto de tu familia en la misma penumbra, dejas tus años trabajando en el caso de mis padres, mi hermana deja todo lo que fue construyendo con su juventud, y yo dejo lo poco que conozco amigos, y lo único que conocí ahora sería un recuerdo. Tan solo 18 años para entonces el tener la misma maleta y que digan tus padres, «Guarda lo más importante «, en ese momento se te hace un nudo en la garganta, porque te das cuenta de que lo importante no son las cosas que tanto cuidabas, era el resto de familia que no pueden venir, o simplemente tampoco querían.

Así que dije si llego a un lugar nuevo, llevaré mi libro más, preciado,la ropa que más uso pero me gusta más, y simples cosillas que me recuerden mi hogar. Dejar mi hogar, creo que sería el cambio más grande para mis padres, todos los años que tenían en casa, alegrías y tristezas, pero vivencias al fin y al cabo. Me sentía triste de cierta forma pero no había vuelta a atrás quedarse en un lugar donde  literalmente puedes sobrar un día por culpa de la seguridad no era nuestra meta. 

#bocadillo   Digamos que migrar es cambio si, pero el cambio en realidad lo notas, no cuando dejas tu pasado, si no, cuando enfrentas pasado y presente al mismo tiempo, vez  todo aquello de lo que pudo ser  mejor en tu vida, y que te das cuenta de que te va a costar un montón al ser emigrante, el papeleo, acostumbrarse a nuevas culturas, pero que importa. Así es migrar, no todo tiene que ser color de rosa pero tampoco gris.  Se que cuando subimos en el avión, respire mire por la ventana y ves lo hermoso del mar, los paisajes y piensas. No será fácil pero lo conseguiré. Allí estaban mis padres aunque saliendo de un caos, preocupados igualmente, sabían que comenzar de 0 en un lugar nuevo es el reto mayor, pero nos animaban a mi hermana y a mi. Mi hermana mayor sabe un montón de cosas, ella es mi mejor apoyo. Gracias a las cosas son mucho mejor, entre todos salir adelante bajar del avión y seguir las normas que si se cumplen en un país bonito es genial. Nuestro destino: 

Que aeropuerto tan grande y bonito. Ahora tocaba emprender y conocer a que nos enfrentaremos, principalmente lo esencial era tener documentos, un jaleo pero bello, meses de trámites y saber que pasos y demás. Aparte de ello vivir, a  día a día, me refiero a que si tal vez un día sales y vez lo bonito de Madrid, y al otro ya te jalas de pelos, así es la vida de un emigrante supongo, vivir a rajatabla hasta formar bien un camino, en cierta forma que ahora lo escribo saben ni me quejo, si fuera fácil sería aburrido y básicamente todos serían exitosos. Así que bien comento, llegamos a un pisito pequeño y acogedor, seria nuestro nuevo hogar. Tocaba buscar cualquier trabajo, con o sin experiencia, cuidar de niños, pasear perritos, etc. Hasta estar más formales, el cambio radical fue el horario, adaptarse 6 horas en un momento, y prepararse para cada día.  

Conocimos personas que nos ayudaron a entender poco a poco como son las vivencias españolas, aparte de ello buscamos información antes de venir, pequeños detalles que fuimos entendiendo. El ritmo de vida, sus costumbres, los tipos de comida. Absolutamente todo diferente, llevadero y tampoco imposible. Creo que tampoco quiero armarles drama sobre la experiencia, que si hay cosas malas como todo. Cosas que se superan tras tener paciencia y empeño. Pero no es de agobiarse, todo es de cuestión de actitud. Les hablo en torno positivo, si emigrar por un motivo que no sea «me quiero mudar a tal sitio porque es lindo» e irse por el motivo «hay que irse» porque no hay más solución cambia mucha visión sobre la vida. Es tomar a elegir. Fácil, claro que no, complejas y simples cosas si que lo son. Poco a poco me adapto con mi familia, solo es tiempo y saber manejar la situación. Ser emigrante no es ni malo ni bueno, es una experiencia, es saber que si ya comenzaste de cero una vez, y vuelves a ello no costará ni será imposible, tendrás ya expectativa de bajar y subir literalmente.  

Quiero dejar una canción que escuche mientras viajaba, se la quiero dedicar a las personas que en algún momento han tenido que cambiar el rumbo de su vida por un poco de fuerza externa,y que espero que aunque les parezca difícil nada. El peor cambio es el que no se hace,  el que muere como una idea. Migrar es vivir, y es crecer que sabrás mucho más.