VIVIR A MEDIAS

Eres mi vida, tú lo sabes

¿Por qué has decidido partir así de pronto?

Por respeto decidí no insistir, pues ella es libre

Sin embargo, por mi honor le repetí sereno:

“Te amo tanto como solo puedo amar mi propia vida”

(Y, por cierto, esta vida es todo lo que tengo).

Miré y contemplé de cerca el escenario

Si la amo tanto como a mí me amo

Mi vida no es mía sino de ambos

Entonces tengo tan solo media vida.

Me resultó incómodo entonces percatarme

Que tener una vida compartida

Es igual que tener tan sólo media vida

Por eso si se va: ¿No se da acaso cuenta ella, que se lleva la mitad de mi existencia?

Siendo así después de todo no estaría mal su despedida

Entonces te ayudo a poner en la puerta tus maletas

Pues es mejor estar solo y aprender a vivir a plenitud mi media vida

Que quedarme contigo y vivir mi vida a medias.

NAVES QUEMADAS

Desembarqué todas mis fuerzas porque he llegado por fin al continente

Mis naves quedaron tras de mí esperando el arbitrio de mi ciencia

Adelante esperaba exuberante lo desconocido,

A mis espaldas: como siempre, lo que he sido.

¡Qué momento decisivo este!

Miro mis huellas entre arena y agua:

Contemplo la escena, es tan real que me parece un sueño.

He atracado aquí justo en tu playa

Siento tu arena, tu relieve escruto

Acuso al sol, aunque es por dentro que la pasión me quema.

Tomo de nuevo aire y lo comprimo mientras jadeante expreso mi temor cumplido

“He quemado mis naves”, musito en tu oído complaciente

“He quemado mis naves: he decidido que el regreso espere”

Sonríes mientras me premias con un beso

“He quemado mis naves

porque quiero quedarme por siempre sin regreso”

Sonríes de nuevo y ahora me abrazas

Me permites entrar en tu aposento

Cuando vencido me das tu veredicto:

“Tú no te quedas porque lo hayas decidido:

Tú no te vas porque soy yo quien no te dejo”.

PARLANCHINES

Aprendí a hablarte sin palabras

Pretendiendo escucharte detrás de tu silencio.

¿Desinteresado quizá?

Sufrido, silencioso y mudo aprendí a escucharte descifrando tus palabras,

Y así aprendí a amarte en el vacío de tu boca clausurada,

Exasperado por seguir escuchando tu incómodo silencio.

Cuando hablabas escuchaba una tonada de ángeles por la madrugada

Quizá mi asombro te asustó empujándote de nuevo a tu cueva solitaria

Pensé que tal vez tu estilo sin palabras era tu forma de guardar el alma

¿O tal vez era tu lucha inacabada por ocultar tu desdén y tu desprecio

Mientras caminabas a mi lado, eso sí, sin decir nada.

Ahora caminamos juntos como siempre y me preguntas lo que ayer no querías que revelara

Mientras hoy, como ayer, respondo ahorrando mis palabras

Porque hoy soy yo quien escucha mientras hablas

Y te confieso en mis ya pocas palabras, que ya no me importa si callas o si hablas

Porque ya aprendí que es mejor callar…

En lugar de hablar sin decir nada.

VIDA

“Te amo” le dije a medias

Al mirar su mirada ajena

¿Qué sucede amor con tu mirada?

Ella, taciturna, displicente, algo trivial y hasta un tanto desganada

Me dijo despacio “Me voy”, ya es poco lo que queda y se vestía tan despacio como es ella

¿Esperaba acaso una razón para poner a reposar sus ganas?

¿Te vas?, “tú eres mi vida”, después de ti no hay nada, eres todo lo que tengo

¡Eres mi vida!

“Me voy”, dijo, ahora sí más decidida

No es por mí sino por ti que así lo has decidido…

Si me amaras tal como lo afirmas te hubieras dado a mí sin más motivos sólo por eso

Porque soy tu vida

PERDIDOS

Yo estaba perdido cuando me encontraste

Y te encontré perdida

Al encontraros perdimos nuestra soledad, aunque también perdimos las ganas del regreso.

¡Qué importaba ya!

Pues me perdí en tus ojos y tú entregaste tu candor a mi mirada inquieta.

Hoy después de tanto tiempo lo único que nos queda en completarnos mutuamente

Haciéndonos pagar la osadía de vivir perdidos en el otro

Hoy somos el refugio uno del otro

De la inclemencia del frío allá en la cueva

Aquella donde tuvimos que amarnos

Para evitar el oprobio del silencio que nos mataba cuando estábamos perdidos.

Hoy tú y yo estamos perdidos:

Nadie quiere correr riesgos contigo; nadie quiere caminar conmigo

El silencio entró en silencio por cualquier rendija

Luego te aburriste de él y yo del tuyo.

Hoy caminamos juntos mirándonos muy poco

Caminamos juntos, aunque todavía perdidos

Sólo nos queda la esperanza sin sentido

De saber que, aunque todavía perdidos

Ya no nos encontramos solos.

CHIQUITITA

Tú me repites al oído que siempre fuiste el mejor de mis proyectos

Que simplemente no hay espacios donde el camino solitario y triste

Ponga en duda la esperanza de mis sueños, aunque torpes son todo el equipaje en mis espaldas…

Hoy me inquietan tus manos, tus miradas, tus avances

Me parece que es muy joven la mañana todavía

Empiyama un momento tus proyectos vida mía

Sólo un momento mientras te contemplo intacta

Sólo un instante mientras observarte pueda sin temor al reloj o a la espera

Sin temor a romper mi alma ligera por tu partida inevitable

¡Oh pasajera!

Se me acerca el fantasma del deseo cumplido

Cuando te veo abalanzando lejos tu mirada exploradora y atrevida

No te vayas te rogara si pudiera

Porque estar junto a ti es lo que más quiero

Pero, ¡qué vaina!

Si mi gran meta es lograr la paradoja

¡Que no seas mía! ¡que tú seas tuya!

Esto vuelve mi alma miniatura:

¿Qué con mi logro logres lo impensable?

Oye mi amor, ¡ve por la vida! demostrando cumplida mi gran meta

Cuando creces para hacerme dúctil y robar mis momentos de recuerdo

Cuando te abracé sin miedo a que crecieras.

Que se adelante el reloj hasta que muera

Para evitarme el dolor de la desdicha

De verte inmensa solitaria y sin mí, aunque seas mi chiquitita.

Cundo llegue te veré mirando lejos y espero que tu rostro se ilumine al verme

Que no extrañes mis abrazos ni mis besos,

Porque siempre fueron tuyos, sólo tuyos, mi querida hija.

EL DÍA QUE TE MARCHES

El día que te marches, lloraré

Por haber corrompido mis anhelos sin dejarle un mensaje nuevo a mi destino

Por no haberme inscrito en tu camino cuando luchabas por no ser algo común

Pretendiendo ser distinta al común de la prole ya caída

Porque eso fuiste: común

Tan común como un pedazo de madera fría o un pedazo de esperanza pobre que es lo mismo.

Fuiste común, no te lo niego y sigues siendo común aún ya lejos

De ese adiós que ya se pierde en mis ensueños.

Me pregunto si acaso no me culpe por tus noches de insomnio, de recuerdos

Cuando el calor de la noche atosigaba la piel que se quedó pegada a mi pasado

Sin saber que el futuro es cruel con el que siembra en el mar lo que es de tierra.

Lloraré cuando recuerde que te fuiste,

Lloraré porque eres irrepetible

Lloraré por dignidad aún con asco, con bochorno

Lloraré por ti por estar sola

Lloraré por mí por no ahogar en amor cada segundo

Lloraré por un pasado sin sentido cuando dejé que la luna me engañara y me alejé porque corrí a buscarla en las montañas…

Lloraré como se llora al que se ama

Lloraré hasta quedarme ya sin ganas

Y después iré a buscarte allá en tu tumba,

¡Oh insípida juventud que no eres nada!

RECIPROCIDAD

Te amo —dijo ella—

Mientras él con la mirada propia de los bobos, le confesaba lo mismo

Pero se les enfrío la panza, la cama y la esperanza

Y dejaron de verse con la cara de bobos del comienzo.

Uno de los dos lo dijo por los dos…es mejor que nos vayamos.

Justo antes de marcharse cada cual por su lado se miraron

Sin la mirada de bobos del comienzo, más bien como casi dos hermanos

Uno de los dos lo dijo por los dos: hagamos un trato

Quedémonos e invitemos a reciprocidad a vivir entre nosotros.

Él comenzó a portarse bien solo para que ella así le devolviera…

Ella se portaba bien para que él lo repitiera…

Después de un tiempo ella y él se descubrieron

Que se necesitaban con urgencia uno al otro

Pero ahora sin mirarse de nuevo como bobos.

PROPUESTA

Me metí por sus ojos en su alma tan serena

De inmediato me di cuenta que eso era lo que amaría de ella

Si eres tan bella desnuda como ahora con tu ropa

Solo una cosa quiero: que me dejes ser el padre de tus hijos.

Si osas desnudar mi cuerpo como desnudas hoy tu alma

Te entrego mi piel para que el frío no te lacere

Te arropo en mis sabanas recién levadas

Y te permito despertar junto a mí de aquí hasta el fin de mis mañanas.

ESPERANZA

Se contuvo un instante mi aliento esperanzado

Le miré tan cercana y tan lejana al mismo tiempo

Hundí mis ojos en su piel desesperada esperando que huyera de ella y me abrazara.

Pero se quedó esperando eso mismo: que el calor de su cuerpo me enseñara a no huir de mí, ni de ella por la mañana

Cuando el sol despertara y avisara

Que había llegado la hora de marcharse cada uno a su egoísta retirada.

VIEJOS

Ayer caí en la cuenta que por fin comprendo bien tu angustia, tu afán, tus trasnochadas

esas rabietas que tenías cada mañana cuando esperaste hasta la madrugada la llegada de aquel de tus entrañas.

Ayer no entendía de esto nada

Me parecía cosas de viejos desconfiados

Cosas que alguna vez abandonaras

Cuando ya crecieras como yo avanzaba.

Mañana contaré tus avances y tu historia

Serás el héroe, el suspicaz y sabio

Serás entonces en mis sueños, el mejor socio, el mejor padre

Ya cuando el viento se haya despedido y mi esperanza se vista de recuerdos.

Cuando quede poco para planear por ser ya viejo

Mañana cuando esté ya solo como igual quedaste ayer tú solo

Cuando el afán me despidió buscando mis mañanas.

Hoy que he vivido mis mañanas

Esos que serán ayeres del que llega

Sé que me vuelvo viejo lentamente

Pues ya me encuentro en mis mañanas viejas.

Padre, ese silencio de tu sabio verbo, se acomoda ahora en mi boca a cuentagotas

Me hace volver a recordarte presuroso detrás de mis anhelos

Cuando me alejaba de ti buscando presto un factible encuentro con mis sueños.

Hoy ese retoño no es más que el mensajero que se acerca de nuevo para verte

Tejiendo poco a poco, hilo a hilo nuestras mortajas

Pues descubro que los dos ya estamos viejos

ALMOHADA

Se deshacen las ganas en tus ojos solitarios

Se diluyen poco a poco los antojos de físico abandono

Quedando solos frente a nuestro par de almohadas

Que en silencio recogen nuestras ganas.

Se ahoga también aquel suspiro que intentaba ser amalgamado con recuerdos somnolientos

Que eché a perder por ser sincero

Cuando preguntaste si te amaba.

Te dije que sí sin medir las consecuencias del reto que se avecinaba

Y tan sólo me miraste acompañado del frío de mi ventana

Cuando furtiva de mis sueños te escapabas.

Pensé que dejándote libre te podría atrapar,

Pero te fuiste un día en la madrugada

Justo cuando soñaba con decirte la verdad en tu propia cara

Que los antojos murieron de físico abandono

Porque los dos decidimos dejar que reposaran los anhelos

En la almohada que convive entre nosotros.

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