Los Gruidas


Influjo irresistible de sentirte
Bien de Dios que afianza nuestra causa
Como grulla clama en su cortejo 
A zancadas voy hasta tu gracia.
Devota damisela  de tu ser
Me inclino a la verdad  de tu existencia
Al llamado de tu voz me pavoneo
Afín  a ese acorde de trompetas.
Iniciamos en un vuelo a los brezales
Los efectos y designios de la especie
Entre ciénagas y  vistosos humedales 
Nuestro viaje a la par y para siempre.





VIBRACIÓN

Que humillante la vergüenza incomprendida

que se oculta entre las sombras de la mente.

Respirar la carencia y los desechos

de un deseo inapetente destrozado por el miedo.

Qué decir del sufrimiento que causa la apatía

del orgullo ensangrentado por la culpa de estar vivo.

Propuesta de libertad para irse o para quedarse;

desmerecido lugar revestido de coraje.

Con el Ser tan ultrajado sometido a voluntad

por una fuerza imparcial que practica la templanza

acepta de buena vez el peso de la razón,

con tal iluminación se desborda en alegría

entendiendo que el amor perdona sin condición

Y colma en Paz Interior de recompensa a la Vida.

Dualidad

Viene desde lejos aunque esté muy cerca,

Me dice al oído lo que yo te cuento,

Olor a tabaco profundo y viejo,

Presencia inherente de esta dualidad.

Se sienta a mi lado, me explora,

Me abraza, ilumina todo,

Renace en mi alma,

Grados que separan esta dualidad.

Que lea, que escuche, que vibre, que sienta

Me muestra el camino, se hace notar

Mantiene despierto mi sueño dormido,

Presagio escondido de esta dualidad.

Algunos momentos se hace permanente

Silencio sonoro de ecos intensos,

De rimas ocultas y cuentos complejos,

Naturaleza idéntica de esta dualidad.

Me lleva a un extremo su fuerza antagónica,

La misma y contraria con luces y sombras

Paso por el medio donde reconcilio

Los polos opuestos de esta dualidad.

Confino mi tiempo a este espíritu inquieto

y su oda perfecta pongo en manifiesto

Sé que lo percibes, sé que estas atento

Somos solo uno de esta dualidad      

                   

Ritmo

Con el tiempo nos fuimos compensando y de dormir pies con cabeza,

Él se acomodó entre mis pechos y reemplazó su alopatía por sus manos y las mías.

Nos domesticamos con caricias, en la frente, en el cuello y en la boca.

Neutralizábamos las fuerzas para no explotarnos de alegría y

Así evitábamos el vacío de todos esos ratos que no nos sentíamos

Ya sabíamos cómo era… por los soles que habían dado vida a nuestro álamo y a nuestro roble.

Sembrábamos de invierno a verano y en otoño cosechábamos con entusiasmo de todo y del TODO.

Con Magnolias y laureles decorábamos los extremos del puente que elevamos con moles de deseos.

Respirábamos mar cuando nos olíamos y entre el flujo y reflujo de la marea renacíamos.

Nos embebíamos del perfume de jazmines que ofrendamos en nuestro propio altar, a merced uno del otro.

Así a nuestro Ritmo, hicimos de nosotros un ida y vuelta eterno, un péndulo oscilante entre amor y vida.

  AWEN
Cambio mis borsegos por sandalias,
mi Tam O Shanter por Gavroche, 
 la montura de simple a jerezano.
La mirada, el recorrido, los horarios,
 el perfume, el atuendo y los colores.
Muta a lazos mis dedos y mis manos
y me amarro al tejo de mi bosque.
Cambio lo que como en lo que siembro,
 agrego un avatar como ingrediente,
 blancas flores secas y olorosas 
sobreviven y alimentan mi doliente.
Cambio mi voz y mis palabras,
 la escucha y el habla por acordes.
Las ganas y las armas por poesía 
Taliesin y las tres gotas por los dones.
Cambio el sueño, el nombre y el espacio.
Lo que leo, oro y lo transformo.
Hago de mí la ofrenda y el caldero
solo a quien inspira mis pociones.
Cambio los suspiros derrotados
 por la llama de furor y frenesí
 y el tan deseado Éxtasis
de todo el que me lo pida.
Cambio mis pensamientos 
por conjuros a la Diosa.
Soy Energía en mil formas.
Soy la Awen que se invoca.

IRA

Y una noche llego a mi escucha

una incoherencia tan grande

que no supe que decir

y me quedé muda.

Aunque no es sentido,

el don del habla ausente,

como se dice es un Don

que se da o que se quita

Y me quedé sin voz..

sin poder pedir,

me quedé callada,

y pensé y me volví a callar.

Asi, empecé a escribir

con ritmo y con candencia

todos mis deseos

se hacían voz en cada letra.

Los que más me entienden

son los chinos y yo a ellos

tantos años verdugos

de culpables incoherencias.

Un día entero de magia

se canso de esa injusticia,

y me gritó piedra libre

con todo ese vozarrón

el mismo enojo irascible

y me devolvio el Don.

Incoherencias llegan menos

sigo sin decir nada,

hablo cuando se puede

y escribo como se baila.

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