Intriga existencial
Cuánto duele todavía.
¿Pero qué duele?
¿La pérdida? ¿El miedo?
¿El pánico o la incertidumbre?
Se nos escapa todo lo aprendido
y volvemos a la línea de salida.
Lo racional reta a lo emocional.
¿Cómo llegar a una tregua?
Son tiempos convulsos.
Nada está controlado.
¿Pero acaso antes lo estaba?
¿O estábamos adormecidos pensándolo?
Numerosas interacciones
despiertan emociones
generando sentimientos
no siempre placenteros.
La falta de amor propio
elimina la autoestima
extingue la alegría
fomenta la desidia.
¿Es necesario reinventarse?
¿O simplemente reconectar
con nuestro ser,
con lo que hemos sido
y con lo que somos?
Reformulemos nuestros principios
para poder volver a ver
a ese niño que fuimos.
Implantemos ventanas de paz,
momentos de gloria,
de auto cuidado,
de simplemente, parar.
A veces nos sorprendemos
de lo que en la vida nos pasa.
Nos frustramos y no lo entendemos,
¡culpando al amigo karma!
Pero un día llega una persona,
una imagen o una palabra;
y descubres que era fácil
solucionar la encrucijada.
Dejar ir, dejar fluir.
No juzgar, aceptar.
Son las cuatro variables
que te van a transformar.
Disfruta, sé feliz.
Es muy fácil decirlo.
Cuesta una vida conseguirlo.
Además, necesitarás sentirlo.
Háblate a ti mismo
como si hablaras a ese amigo
que se encuentra perdido.
Y te salvarás del abismo.
Y sabrás que has renacido.
En paz contigo mismo.
———***———
Consciencia
Y aquí estoy.
Nunca hubiera imaginado este giro
que daría mi camino; en pleno túnel sumida,
apareció un farolillo que permitió
salir a mi ser oprimido, protegido
de vivir emociones,
de abrirse en canal,
de cruzar la ilusa realidad.
Que pudo no ser correcta
pero sí crucial.
Y descarriló lo malo dando paso a lo nuevo.
Y aquí estoy. Consciente.
Gracias por volver de nuevo a mi vida,
gracias por no morir, mi poesía.
———***———
La maleta
Se desprendía un halo de nostalgia
cuando vi en la maleta de la guerra
las cartas que escribió el abuelo
a aquella joven de Motril.
Se notaba el normal desasosiego
de estar a distancia y no poder
verse o pasar tiempo juntos a menudo
como hubieran hecho si les dejaran.
Quitados de la libertad
de luchar por aquello que hubieran deseado.
——–***——–
Duelo
Antes de que llegara
ya lo había perdido.
Antes de que existiera,
ya había existido.
No sólo no llegó
sino que persiste, perdura, reside.
Y ahora debe ser expulsado
para permitirle afrontar lo que sigue.
No va a olvidarlo,
pero debe ser libre.
——–***——–
En un segundo todo se para
En un segundo todo se para.
Lo que importaba antes del segundo ya no importa.
Y lo que no valorabas cuánto te importaba
ahora es lo que más importa.
Se pierde todo.
Se esfuma todo.
Pierdo el norte.
Quedo parada sin poder moverme.
Quisiera que hubiera desaparecido aquel segundo
y que mi vida hubiera seguido su rumbo.
Pero todo se ha parado
y no volveré a ser lo que era hace un segundo.
Soy una persona nueva,
pero hay sufrimiento, ya no hay júbilo;
hay desconcierto, ya no hay placidez.
La vida se ha parado,
y comienza el camino
de afrontarlo;
de continuar viviendo aquí,
sabiendo que quizá no tenga fuerzas para lograrlo,
que quizá nunca vuelva a ser quien fui,
ni vuelva a ser feliz.
Mi mundo se ha parado.
——–***——–
Punto de cruz
Ha nacido un pensamiento
entre la aguja y el hilo,
mientras se unen mis recuerdos
al panamá descosido.
Y puntada tras puntada
con la vista siempre fija,
anochece en la montaña
con mis ideas perdidas.
Cosiendo puedo evadirme,
me voy del tiempo real,
ya que sólo existe la estirpe
de la aguja y el dedal.
Y una cruz tras otra,
van dibujando la tela,
con pajarillos y rosas,
con alegría, pasión, penas.
Y cuando termino el cuadro
la gente ve a una chiquilla
que eternamente cantando
nos dedica una sonrisa.
Mas yo veo los pensamientos
que han quedado en esa tela,
grabados bajo el cristal nuevo
con su marco de madera.
——–***——–
Apagando ilusiones
Apagando ilusiones se encuentra mi corazón débil
Fundiendo las luces de mi mente
Y los ideales que tengo desde siempre.
Voy apagando ilusiones
porque estoy triste de ver mi vida adversa,
porque veo que todo sale nada
y que el destino no concuerda.
Me paso la vida esperando ese momento
en que todo sea de color de rosa,
buscando ese amanecer sereno
buscando ese amor verdadero.
Más no encuentro amanecer temprano
ni aquel amor duradero;
sólo creo que pasa el tiempo
la vida, los días, y yo no me muevo.
Seguiré apagando ilusiones
pues la débil luz se deshace
en trazos de tinta inconscientes,
en minutos impresos y tenues.
Seguiré apagando ilusiones
hasta que el tiempo se agote
o hasta que me un día me despierte
y entre cenizas recientes renazca mi mente.
Entonces habrá luz en mi mirada,
tendré ansias de progreso
disfrutaré de mi tiempo, de mi alma, de mi vida;
disfrutaré de un abrazo, hasta de un simple beso
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