REPOSO

Salvo estos días, todos los demás, no me sentí bien. Ya pasaron dos meses del accidente, lo se, porque me llamaron del seguro del auto. Me piden muchos datos de como fueron los hechos, y por el momento tengo todo muy borroso, la verdad es que no me acuerdo de nada, ni siquiera cuando fue, (ni si hubo algún accidente). La operación de la cabeza, me tiene loco el dolor. Ayer vino el que me opero, el neurólogo, dice que la recuperación va a ser lenta, pero que va muy bien. Y que el tema de la memoria puede mejorar con el tiempo. – Mas adelante vemos algún tipo de rehabilitación del aspecto cognitivo- dijo, me dio la mano, me miro fijo por un momento; -nos vemos el próximo lunes-. El hombre se fue y me quede pensando cuando seria lunes; eso me hizo doler mas la cabeza, cerré los ojos y me dormí.

Cuando desperté, alguien me dijo que había dormido mucho tiempo; ya no me dolía nada, sentía el cuerpo cansado, y adormecidos los glúteos. No me podía mover, tenia agarrotadas todas mis articulaciones. Escuchaba un gran alboroto, gritos y expresiones de alegría; -llama al medico! Repetían una y otra vez. Todo me resultaba muy extraño, no sabia que pasaba. Me sentía como arrojado a esta situación desde la nada, sin ningún punto de conexión, sin ningún dato o teoría con los que pudiera intentar armar y así reconocer lo que me estaba pasando. Solo iba tomando conocimiento de las limitaciones de mi cuerpo, y mas tarde, que también era un varón.

Todos los días, viene un tipo y se sienta en las sillas del pasillo del hospital, cada tanto se para, y se apoya en el marco de la puerta y me mira un rato largo, no me habla, le pregunto quien es; me mira fijo, se nota un gran dolor en su cara. Después de un buen tiempo, mira la hora y se va. Es un hombre alto, flaco y con pelo entrecano, camina rengueando de una pierna; y así todos los días el mismo ritual. Hable con la enfermera, la rubia, y con unos anteojos que le falta el vidrio de un lado; le explique lo que estaba pasando con ese hombre. Se encogió de hombros,- yo pensé que era un amigo suyo- me contesto; agarro la platina donde lleva los remedios, y antes de salir de la habitación me dijo, -ah! Hoy viene a verlo el Psiquiatra-. Nunca vi o consulte un psiquiatra. Hoy no vino el hombre que renguea; por lo menos hasta ahora, son pasadas las 10 de la mañana.

  • Hola, como le va?, soy el Doctor Jaime Barrio -; me extendió la mano y apretó con mucha fuerza la mía: (Totalmente calvo, bajo y gordito, con cara, y tonada de centro América) – soy psiquiatra, y vine a ver como estás. Tomo la silla y se sentó al lado de la cama, se quedo mirándome y dijo: Si!
  • No sabia que decir, me quede mirándolo un rato, me sentía incomodo. No se que decir, nunca hable con un psiquiatra, que quiere que le diga? (me mira con una sonrisa)
  • empecemos por el accidente.
  • No se nada de eso, no me acuerdo nada, tengo todo borrado. (movía la cabeza y anotaba algo).
  • No te preocupes, vamos a trabajar con eso.
  • (me sigue mirando, y después de un momento de silencio vuelve a decir: Si! )
  • comencé a contarle del tipo de la puerta, todos los detalles, incluso que hoy no vino.
  • Quien podrá ser, se parece a alguien de tu familia, a algún amigo?
  • La verdad que no, no tengo ningún recuerdo al que pueda parecerse esa persona.
  • Queres Contarme de tu familia, tenes mujer, hijos?
  • Soy soltero, mis padres murieron en un accidente de transito hace unos años, tenia un hermano, que sobrevivió, ahora vive en España.
  • Queres hablar de ese accidente, como fue?
  • Un choque en la ruta, alguien se durmió y los choco de frente; si mal no recuerdo, el que los choco, no paso el test de alcoholemia. No recuerdo nada mas. Tenemos que hablar justo ahora de esto?
  • Bueno, dejamos por acá; nos vemos mañana otra vez, y la semana que viene, lunes, miércoles y viernes.

    Me dio la mano, y volvió a apretarla con fuerza. –

    Ah!. te dejo el diario de hoy, por si quieres leerlo, chau.

    Lo deje sobre la mesita del costado, me quede mirando hacia la puerta, pensando: cual es el trabajo de los Psiquiatras, vienen, te hacen preguntas, charlan un rato y después se van? – quiero ser psiquiatra-, pensé, y me reí por dentro; la verdad que este doctor me había dado un poco de confianza, o algo parecido a eso. El apretón de manos, aun lo siento.

    Tome un poco de agua, y agarre el diario con mucha curiosidad. Ya era la hora de las visitas. Leí un buen rato, cuando baje el diario para cerrarlo, el hombre flaco estaba parado en el marco de la puerta. – Toma, porque no lees este?- me dijo, entro a la habitación con un diario en la mano-. Por un momento sentí miedo, y curiosidad.

    – quien sos?

    – vos lee, ya vamos a tener tiempo de hablar!

    Abrí el diario, estaba en la pagina de los policiales, la foto de el, en un costado: choque frontal en la ruta 36, entre un Renault 21, y un Rambler Ambasador. Dos muertos, un niño de 5 años y una mujer mayor. 15, de Enero de 2012. Mas abajo, mi foto mientras los bomberos me sacaban del Rambler.

MAAT

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