Ahí estaba yo, esperando en la estación del norte de Barcelona pronto llegaría el autobús a Zamora, la inquietud que sentía saber si obtendría o no trabajo en esa ciudad me hacía presumir un futuro incierto pero en fin tenía que tener esperanza con incomodidad subí al bus me dolía la cadera por la operación que tuve anteriormente, una persona de tez morena llamada Lola comenzó a charlar sobre su calvario de vida, inhóspita y desagradable, estaba casada y tenía dos hijos los cuales, le servía tan solo para pedir dinero, no se acordaban de ella para otra cosa, cansada de su vida, me comentaba: -“cómo quisiera ser otra persona, vivir en otra parte, alejarme para siempre de todo esto”, entre sus palabras lastimeras me pude dar cuenta que era una persona estresada ansiosa y deprimida… en el bus que estaba muy frío por el aire acondicionado, podíamos ver algunos videos traté de disimular un poco lo desagradable e incómodo que es escuchar una persona negativa ante la vida, pero la frustración que sentía me hacía preguntarme qué vida era la que me esperaba a mí también en unos años, cómo me vería yo, tendría también esa esa expectativa deprimente ante la vida.

Felizmente el conductor dijo que haríamos una pausa y bajaron a una cafetería que estaba en la carretera muy gentilmente Lola me dijo: -vamos a tomarnos algo… un café, le dije: gracias, pero no, aun me dolía la cadera y no tenía ganas de bajar.

Me sorprendió el que ella me trajera un poco de churros españoles con chocolate caliente, no pensé que sería tan amable conmigo, me sentí un poco mal al haber pensado que una persona negativa ante la vida.

Al ver panorama tan bonito desde Barcelona a Zamora pase por muchas ciudades bonitas además los paisajes pintorescos de naturaleza y edificios antiguos en el viaje estaba siendo relajante.

Me sorprendió un poco ver a Lola que se había quedado dormida, al rato anunciaron otra parada, le pregunte si bajaría a la señora Lola, no respondía, trate de mover a Lola para preguntarle si quería bajar porque no me hacía caso al tocarla sentí que estaba helada me asusté y avise a las demás personas que estaban ahí y al conductor parece que la señora está enferma o algo le está pasando no respira algunos me miraron con una cara sospechosa y le empezaron a tocar y llamaron a emergencias. Yo tenía una cita de trabajo en Zamora que era el día siguiente en horas de la mañana, pero yo iba a llegar a Zamora a las 21:30 de la noche pero estuvimos parados más de seis horas esperando la ambulancia que se llevarán a la señora, que al parecer estaba muerta me sentía mal e incómodo, pensar que era la última persona con quien había conversado y se había desahogado de todas sus tristes historias familiares no sabía que pensar, por fin pudimos arrancar la gente está un poco desesperada para llegar a Zamora ya era de madrugada la persona que me iba a esperar para hospedarme no estaba en la estación, tuve que tomar un taxi para hospedarme en algún hotel cercano felizmente pude hallar una habitación casi todos los hoteles estaban llenos, pero accedí a uno Dios bendiga el hotel el Sancho la gente fue acogedora y el lugar bastante agradable, pero extrañamente no sé me quitaba la imagen de Lola… me sentía mal con respecto a la señora que había visto en el viaje con esa pesadumbre me desperté a las 11am era demasiado tarde llegué tarde a la entrevista de trabajo, me dijeron que posiblemente podría regresar, con un poco de insatisfacción y deseos de no sé qué, mejor me fui una buena cafetería tomar algo… una tostada con café cortado, muy bueno la crujiente tostada del sabor, el tomate el aceite de oliva muy buena, al llegar al hotel me sorprendió que había un carro de la policía esperando cuando llegué me preguntaron que si era la persona que había visto a fallecer a Señora Lola y le dije que sí me dijeron: -“Tiene que acompañarnos” y yo le dije: “pero porque, si no tengo nada que ver”, -porque al parecer se sospecha que usted le dio de beber chocolate envenenado”

– Oiga oficial, primero no salí del bus, segundo la señora estaba muy deseosa de salir del bus y tercero en esa señora compró las bebidas y los churros para merendar.

Me dijeron: “Cállese deje de hablar que todo se tomara en su contra,” y que yo era sospechoso de asesinato por envenenamiento, me sentía tan impotente el saber que está en España, lejos de mi patria sin poder hacer nada, lo triste de todo, era que tenía que esperar ya que la embajada de mi país, para que puedan ver mi situación, me dijeron que no podían hacer nada que era época de vacaciones hasta el día lunes iban a tratar mi caso, pasar esas horas, esos dos días en la cárcel, era algo deprimente que no merecía, me preguntaba qué había hecho mal para merecer esto, al estar recostado volaban en mi cabeza tantas cosas negativas, recordé de lo que decía aquella pobre mujer que su peor enemigo era ella misma, se repetía así misma una y otra vez, -Lola si no te hubiera conocido nada de esto hubiera pasado… me sentía tan apesadumbrado que me quedé dormido, luego sentí que alguien me empujó y me dijo: – oiga joven, es usted quien va a Zamora también, -siiiii, suspiré hondamente me había quedado dormido en la terminal del bus, aún no había salido de la terminal, sólo había sido un maldito sueño.

Al subir al bus felizmente nadie se sentaba la par mía, hicieron una parada en Zaragoza y subió una mujer de raza morena que me dijo: -hola voy a estar en ese asiento le dije: -“adelante señora” -“Dime Lola, no señora”, sentí escalofrío al saberlo.

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