La oscura nada…, la nada eterna…, negra y sombría, desesperante y vacía… Pronto una extraña voz crece desde lo ciego, desde lo más subterráneo…, es un alma que despierta y vaga…, era el Fauno extraviado en el foso oscuro de la nada, no sabía si caminaba o flotaba en ése espacio negro y espantoso que es la nada… Estira los brazos lo más que puede, desea chocarse con algo, tener algún atisbo de realidad, pero ni siquiera un pequeño recuerdo lo salva de esa pesadilla echa angustia en la cual crepita su ser y lo atrapa… Llega el primer color, la primera luz del todo, es aquel vago recuerdo de la dos veces Maga, ya está, se dice… de ahí en más puede vivir…, se prende y rebusca, coge la agónica luz y como una canción romántica, pequeña y lejana, aparece por fin, definitiva, turgente, serena y quebrada, dueña del verbo que domina y encanta, luego le manda, lo subordina, lo estremece y le da placer, está ahí en sus pupilas, en el amanecer, se esfuerza, no sabe cómo es que la conoce en aquel vestido de playa, de una sola pieza y rayas…, grita y reclama, la llama, súplica que retorne de en cuanta época este o se encuentre… Sólo entonces la memoria le sorprendería aún más y lo vuelve a la vida de un triste mortal…, vaya, lo despierta…, estaban casi solos, viajando en un tren urbano cualquiera del oeste al sur, partiendo la ciudad como si fuera un trozo de torta.., y al frente de aquella hilera de asientos del vagón metropolitano, estaba ella una mujer cosmopolita sin rasgo de edad, ni raza y él un rudo hombre sin instrucción, podría decirse que se trata de un rústico operario manual, un artesano sin beneficio, con el rostros marcado por sus guerras y batallas, vestido tan casual como un sujeto cualquiera, salvo su mirada de miliciano sumado a su gran tamaño… En ése momento él no lo sabía… Pero definitivamente llevaban siglos de conocidos en pequeños tramos de vida humana, luego de ser la serpiente que arruinó a Eva y Adán, Lilith la doblemente Maga fue peón del demonio a decir de sus detractores y gozo de la mitología pariendo a Rómulo y Remo, mientras que el alegre Fauno, demonio y dios, fue el autor del Cantar de los Cantares…, y redundaron en el mejor de sus encuentros, siendo Jesús y Magdala, conspiraron hasta partir al judaísmo en dos jurando ser más poderosos que el Rey Salomón y luego de la crucifixión fugaron a Francia, el plan perfecto, la magia brutal de la gran Magdala quien curo con su cuerpo el cuerpo de su amado compartiendo la esencia de sus aceites en las yagas sangrantes y bien entrenadas para soportar siglos de medias verdades, de oscuros relatos, ubérrimos mensajes, ella terminaría besándolo sin fin para partir dejándolo en la agonía del que muere muriendo de amor…
Lo mismo sucedió cuando el creador los unió por vez primera en hombre y mujer, el concepto de tener un cuerpo y viajar a través del tiempo… tener conciencia de ese espacio y perder la memoria para luego recibir pequeñas ráfagas y resplandores…, en aquellas épocas Adán y Lilith vivían el paraíso y sus cuerpos jamás morirían, sin embargo Lilith tenía mayor conciencia que Adán (el Fauno en ciernes), el creador descarto a Lilith y creó a Eva, la última noche antes de saberse descartada por el creador, Lilith amo Adán llevándolo por todas las rutas del placer y en cada estación le dijo en el oído, solo a mi desearas, soy tu madre, tu mujer, tu hermana, tu amiga…, no me podrás olvidar… Adán despertó solo y angustiado su cuerpo olía a Lilith, las uñas marcaron su carne y por más que la busco no la encontró, cayo de rodillas y lloro, hasta que el creador aprovechando su dolor le perforo el tórax y de la parrilla costal, le saco una costilla y construyo a Eva, recién entonces Adán tuvo conciencia que existía un dador de leyes un misterioso creador que gobernaría sus vidas, al cual no podrían engañarlo jamás.
El creador no sabía qué hacer Lilith y fue entonces que la convirtió en serpiente, durante mucho tiempo sucia y extraña el hermoso reptil se escondió entre las demás bestias de la tierra, mixta y versátil asumió su condición de maga para transformarse entre las sombras y volverse humana o reptil dependiendo de las circunstancias… Una noche a la pauta de una exótica lluvia Adán el Fauno llegó por instinto a los extremos de Lilith la serpiente, hechizado por los recuerdos escondidos en la memoria, se entregaría a su verdadera y única mujer, Lilith…
El creador escandalizado y avergonzado con sus criaturas que en buena cuenta serían como sus hijos los expulsó del paraíso y sus vidas eternas pasarían por las treguas del dolor y de la muerte.
El Fauno volvería en el Cantar de los Cantares en ese retorno no halló a la dos veces Maga y construyó el manual más importante de amor, que luego retomó siendo Jesús al contar con Magdala, quien era su mujer eterna y clavado en la cruz grita: Creador, descubres mis planes, lo descubres todo, que se haga tu voluntad jamás la mía…, inclina la cabeza y muere, Magdala corre con las cremas de su propio ADN reptil para salvarle y así es como huyen al misticismo francés…
Luperca la “loba” y fausto el “pastor” de carneros se encuentran a Rómulo y Remo, flotando en el río, la prostituta y el oriundo, engañan al mundo y llenan de extrañas lecciones a los padres de Roma, más tarde se matarían como Caín y Abel… el universo circular de este viaje sin rumbo hace que siempre se encuentren y sean protagonistas de la historia, estando en el tren frente a frente, ella se acerca a él, le abraza tiernamente y le habla en la nuca con una voz muy suave: Ya son las mil palabras.
OPINIONES Y COMENTARIOS