La colada
Se ríen de mí porque admito que me resulta placentero realizar esta tarea doméstica. Abrir la puerta de la lavadora e introducir dentro del bombo la ropa sucia una vez clasificada por colores. Echar el detergente y el suavizante en sus cubetas correspondientes. Girar la rueda para seleccionar el programa adecuado; hoy corto, en frío...