¡Achú!
-Déjala o te va a matar-exageraba mi abuela a mi tío Albano, mientras le suministraba Ventolín para que pudiera respirar mejor. La causante de tal desarreglo del sistema inmune se llamaba Maite y fue sin duda el amor de su vida. Al principio, eran ojos enrojecidos después de besuquearse en los bancos del parque o...