Árbol frutal
Infraleve. Recia es la madera del árbol frutal ¡Qué bendita providencia que su fruta no sea también de madera!
1184participaciones
Admisión de originales: del 7 de diciembre de 2022 al 23 de marzo de 2023 (la fecha de entrega se ha ampliado)
Periodo de votaciones: del 24 de marzo al 23 de abril de 2023
Fallo del Jurado: el 19 de mayo de 2023
Infraleve. Recia es la madera del árbol frutal ¡Qué bendita providencia que su fruta no sea también de madera!
Infraordinario Era un domingo por la tarde y en la tele emitían un programa de variedades. Para mí verlo no era importante, pero si para mi hermana, siete años mayor que yo. Ella siempre protestaba porque nuestro padre no compraba un televisor. Y allí estaba yo, una niña de siete u ocho años, pegando la...
[Infraleve] Tan sólo continúa
CADENA DE DECEPCIONES Cuando el profe de escritura creativa propuso escribir un relato sobre la decepción lo primero que pensé es sobre qué no escribir. Soy un hombre previsor y nunca se puede saber quién te revuelve los cajones cuando estés en el lecho de muerte (¡Hola cariño!). Por si acaso. Al día siguiente desayuné...
(infraleve) Yo, que huyo de las calles mojadas y de los cielos negros, vengo a encontrarte en todos los aguaceros y en todas las tormentas. Pareces un milagro.
A veces basta una mirada, un pequeño gesto, una nota, un detalle, un te quiero entre borrones… para decirte lo que siempre he callado.
Infraordinario. No fue un beso como esperaba, suave, caliente y resbaladizo. Fue un beso de arena, un beso de labios pequeños, y aún así no pude evitar querer cogerte fuerte la cabeza y traerla más hacia mí, más dentro de mí.No pude evitar un suspiro —un aullido casi— que te pilló desprevenido, creo. Un suspiro...
Un aguacero que se transforma en tempestad, los relámpagos danzan e iluminaban el eclipsado cielo nocturno, los autos pasan uno tras otro y no puedo evitar pensar que la normalidad de esta noche esta tan bien disfrazada. Pero mi mente es atraída por un solo y vasto rayo que iluminó el cielo y las luces de...
5 de diciembre, comienza este concurso, mis dedos lo han leído, les rugen los huesos por el hambre, ya son veteranos, en las yemas llevan impresas las letras del teclado.
El aire vibra sobre el fogón de mi abuela.
Los cinco minutos más para levantarte de la cama, o más bien para levantar el ánimo y seguir con los quehaceres diarios, los cinco minutos en los que puedes replantearte todos los temas existenciales habidos y por haber, y de los cuales, los últimos segundos restantes los dedicas a controlar ese rebelde mechón.