El joven drogadicto estaba tirado en plena calle consumiendo vicio..

Llevaba tres y medio años en la olla y sentía la necesidad de consumir ahora por costumbre;

ya no pensaba ni en su familia ni otras escusas para no consumir. Pero lo que en verdad dejaba

de pasar pasaba o no pasaba por casualidad, eso creía, tal vez por efectos de la Droga. La noche

era joven como decían, pero tambien duraba una eternidad, y esa angustia solo tenia paliativo

sí fumaba otra vez de nuevo «el quimico». Había adquirido el vicio por amigos en el colegio que

lo indujeron en una época más  de adolecente. Y sin embargo, nadie le habia advertido del vértigo

y otros trastornos asociados con la droga. Esa noche solitaria comenzaba a hablar solo o con su sombra

no sabiendo muy bien si hiba o venia ,pero sabia lo que quería y eso era un cerillo. un cerillo o fosforo

para poder encender un cigarrillo. La calle estaba completamente a oscuras y encender un simple fosforo

generaba una cierta alarma o- como decirlo- una sinrazón a la vez..No existía una explicación coherente

del porqué, aquí y ahora, las solas y simples ganas de consumir era todo lo que importaba..y al fin y al cabo

que importaba el resto del mundo circundante. todo lo que reclamaba era solo un cerillo, hasta que por fin 

lo hallo en el mismo suelo de la calle..Un cerillo y una colilla, que por casualidad  estaba ahí no mas a sus

propios pies en espera de que alguien o algo lo levantara por simple acción de la gravedad…Lo alzó y en ese

mismo instante , lo encendió. Al fin y al cabo, se trabó… y luego entro en una nebulosa de la cual ya antes

había experimentado, de la cual ya no había escapatoria, de todo lo cual solo una cosa se sabía y es que era

un Drogadicto con ansias de consumo y en pleno viaje…-

fin-

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