Padre y Abuelo
Me desperté de un sobresalto, empapada en sudor. Miré mi reloj en la mesita de noche, eran las tres y media de la madrugada; hora española. Ya estábamos en el uno de noviembre; Día de Todos los Santos. Sentí un hambre feroz a la vez que tenía mucha sed. Me levanté, algo desorientada y salí...