Este desastre ambulante que ahora soy esta decidida a una cosa, hacerte inmortal en sus escritos, a abrazarte con sus letras, ha quererte como nadie en esta vida ha querido, con estas ganas ansiosa de pretender ser poeta.
Que soy la culpable de este desvarío,
que deambulo en mi cabeza por las calles de tu cuerpo cargando tan pesado vacío.
Que pretendo estar bien para todo el mundo, porque duele contar un y otra vez nuestra historia, pero al cerrar la puerta de mi habitación oscura vienen automáticamente a mi memoria.
Esos pesados momentos en que me sonreías, esas locuras que cometíamos, es que es increíble como nos amamos tanto, que hasta el amor nos veía.
He aprendido a levantarme sola, he conocido lo valiente que puedo ser, pero en ocasiones la tristezas llega con olas, en un va y ven de lo que no fue y pudo ser.
Me he golpeado una e incontables veces, con cada uno de los lugares que frecuentábamos, cada rincón de esta ciudad y de otras, que ya tengo un manual de como «descaerme» para no volver al pasado.
Pero dejemos de hablar de eso, porque para ti soy la palabra PASADO, solo vine a recordarte mediante este verso, QUE TE AMARÉ COMO NADIE EN TU VIDA TE HA AMADO.

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