Camino sin rumbo, no hay sentido, no hay dirección.

Mis pies cansados de transitar me gritan un respiro, sentado en el suelo la gente camina sin importarle más, los niños me miran extrañados y las mujeres con desprecio. Soy observado. Amigo peludo me persigue en busca de compañía, probablemente la misma compañía que yo tanto anhelo, su cola se agita de un lado a otro, me conquisto. Acarició su cabeza- esto es el amor en su estado más puro- conmovido y unas migajas de pan en mi bolsillo lo alimento, nos cubrimos de la lluvia fulminante bajo un pequeño techo de metal, la calle en poco ya no hay ni siquiera un alma transitando por nuestro lugar. necesitamos comida y mi deber es conseguir comida, levanto el pequeño techo sobre mi cabeza, con la misma y una señal de que me siga obedientemente se cubre a mi lado, ya no estoy tan vacío siento que nadie debería estar solo.

Sigo mi camino sin rumbo, sin sentido, sin dirección…

Pero ya no en soledad, ahora con un nuevo amigo que me saco de la triste realidad. La Soledad.

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