Resultado de imagen de la lampara

Entre las calles Cava Baja y Almendro de Madrid hay haciendo esquina una Galería sin nombre, antigua y llena de cachivaches. Huele a poblado indígena, a mar y a muchos años. El dueño está atendiendo a unas turistas.

—¿De verdad que es de los Koori australianos este boomerang?

—Sí, es auténtico.

—Es bonito, pero me parece caro por 70 euros ¿No me lo puede bajar un poco y me lo llevo?

—Aunque tengo los precios muy ajustados se lo dejo en 65 euros —dice el dueño.

En ese momento suenan las campanillas de la puerta.

— ¡Hola, buenas tardes! —dice el abuelo que entra.

El abuelo va con un sombrero de ala estrecha a juego con el abrigo, dando pasitos pequeños; de aspecto entrañable, con gafas y bigote pequeño. Está buscando algo, hay muchos objetos por todas partes y le parece que están colocados sin ningún orden.

—¡Atiende a ese señor, Chelo! —dice el dueño a su dependienta que esta distraída con el móvil.

Chelo se guarda el móvil y va hacia el abuelo.

—¿Qué desea el señor?

—No sé lo que estoy buscando —dice un poco perplejo, mirando a la joven con un gesto de vacilación.

—¿No se acuerda? ¿Ha traído alguna nota?

—No sé —dice el abuelo, suspirando y levantando las cejas.

—Bueno, a mi abuelo le apuntamos las cosas en cuadernitos, ¿Mírese en los bolsillos?—dice Chelo.

Mientras tanto Chelo mira su móvil.

Wences «Te has hecho la prueba de la rana ya?»

Chelo «si pesado, pero no puedo hablar ahora»

Chelo «el jefe me estamirando todo eltiempo y tengo que atender a la gente»

Wences «esto es mas importante, sabes el resultado?»

Chelo «no»

Wences «¿?»

Chelo «lo he dejado en el armarito, ahora no puedo verlo»

Wences «pero si es nuestro futuro»

Chelo «pesado, luego te lo digo»

Wences «que pesado ni leches, míralo porfavor»

Chelo «Noooooooo, estoy atendiendo, además hay que esperar diez minutos y solo han pasado cinco, te quiero bobo»

—Pues no lo sé, vamos a ver. ¡Mira tengo una libreta! Saca la libreta del bolsillo de la chaqueta y se la da. ¿Que pone?

Chelo suspira y lee: «“Tengo que comprar una lámpara para Macky, que no sea azul, que lo odia; para poner encima de la mesita, que tenga muchos colores”».

—¿Tienes lámparas así?

—Creo que sí, pero esto es tan grande que no sé por dónde empezar, ¿Buscamos juntos? —pregunta la joven al abuelo.

—Gracias, aquí me perdería —Gesticula levantando los brazos.

La joven le coge de la mano y van juntos mirando las estanterías. El abuelo, cansado de tanto andar, va dando cada vez pasitos más pequeños.

—¿Estás cansado abuelo?—le dice Chelo, mirándolo con una sonrisa.

—Sí, pero dime ¿Qué buscamos?

El móvil le vibra y lo mira.

Wences «estoty muy nervioso, quieres que comamos»

Chelo «he traido el taper, pero si quieres comemos y hablamos de lo que salga»

Wences «me pones mas nervioso, vete a ver que ha salido»

Chelo «No, tiene que pasar un ratito. Me esta mirando el jefe con malas pulgas, te dejo»

Wences «mandale de paseo, antes de todo es lonuestro»

Chelo «Te dejoluego te digo algo, quedamos a las dos en la glorieta de San Bernardo, en la parada del autobús.»

Wences «ok, pero dime algo cuando lo sepas »

Chelo «un beso»

Wences «otro»

La joven le mira guardándose el móvil y dice con infinita paciencia: “Una lámpara para tu nieta, abuelo”

—¿Me puedo sentar en ese sofá?

—De acuerdo —contesta Chelo.

— ¿Cómo te llamas? —pregunta el abuelo.

—Me llamo Chelo.

—Muchas gracias, Chelo, eres muy amable y cariñosa. ¿Buscamos un poco más?

—Espera un momento, no te muevas, voy a buscar en el almacén —Chelo corre al armarito donde tiene la prueba, la mira y escribe.

Chelo «ya!!!!!!!!!!!»

Chelo «que ya lo se!!!!!!!!!!!!! »

Wences «hola, que ha pasado»

Chelo «Ya lo sé»

Chelo «y????????? »

Chelo «Estoy embarazadísima, te quiero»

Vuelve corriendo a donde ha dejado al abuelo.

—Mire esta lámpara, es de estilo tiffany, no tiene azules ¿Le gusta? — dice Chelo al abuelo, con una larga sonrisa.

— ¿Y para qué quiero una lámpara tan bonita?

—Abuelo, has venido a comprar una lámpara — le responde Chelo con mucha amabilidad.

—Pues no me acuerdo, ¿Si tú lo dices?

—¿Dónde vive? —pregunta Chelo.

—Pues no me acuerdo.

—¡Si, ya lo sé que no se acuerda!

—Pues no me acuerdo, donde tú digas —contesta el abuelo levantando los hombros.

El dueño ha terminado con las turistas y está en la caja observando a Chelo.

—Espera, vamos a ver en la libreta, al principio de la libreta pone «“Mariano Méndez, y vivo en la calle de Cava Baja 18. El teléfono de hija es 91 999—88—77”».

—Mira aquí tienes el teléfono y la dirección, estás a dos manzanas. Voy a llamar —Gracias, eres muy amable, pero dime, ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas?

Chelo va a buscar el teléfono de la tienda mientras mira su móvil.

Wences «estas segura?»

Chelo «siiiiiiiiiiiii »

Wences «Pero si me ponía siempre el cacharrito y tu? Te tomabas la píldora?»

Chelo «si, llevo cinco años tomandola, pero algo ha fallado »

Wences «lo quieres tener?»

Chelo «lo dudas, eres bobo o que!!!!!!!!! »

Wences «joder, asi de pronto me lopensaria, tenemos unos días para que te lo quiten»

Chelo «Me hace mucha ilusión, ya tengo veinte años»

Wences «pues a mi ninguna, vete pensándotelo!!, luego nos vemos»

Chelo «no te alegras? »

Wences «creo que sí, pero no lo sé, tu veinte y yo veintidós y sin trabajo, con lo bien que se vive con los padres, ser padre acojona. »

Chelo «nos vemos acojonado jajaja »

Wences «ok, pero piénsalo. A mi no me gusta la idea »

—¿Qué le pasa al abuelo? —pregunta el dueño

—Que se ha perdido, hay que llamar a su hija, tengo aquí el teléfono —dice Chelo llorando.

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