Observe a aquel hombre mientras hacia alto en el semaforo, alto, delgado con un pedazo de cartón en la mano, al hombro le colgaba una cobija a cuadros de lana, enredada en forma de rollo o churrito, la ropa que traía puesta, podría decirse que limpia, pero la verdad no me agradaría acercarme a comprobarlo, pero definitivamente lucia gastada, tal vez no mucho pero si, en el cartón decía, «Soy hondureño, ayúdame»,

Dirigí mi mirada a su rostro cuando vi que se acercaba mas a mi auto, quise ver a través de su expresión, lo ojos lucían cansados, esbozaba una sonrisa tal vez un tanto forzada o ese era mi pensar, su piel yo la percibí opaca, como reseca y por un instante quise meterme en su cabeza, cuando ya estaba tan cerca del auto, acerca el bote sucio que trae en su mano, a la vez que voltea hacia mi marcando mas su sonrisa, como diciendo » mira soy agradable, dame dinero, ayúdame, lo necesito»

le pregunte «para que pides dinero»,

–«hay seño» lo que pasa es que quiero juntar unos pesos para pasarme a los Estados Unidos,

yo conteste-» a pesar que deportan a la mayoría»,

el me contestó- «bueno creo que mas vale intentarlo que no hacerlo»

Entonces yo extendí mi mano y puse unos pesos en el bote y en eso cambio el semáforo, me hubiera gustado entablar una charla mas larga con el, proseguí mi camino pero sin quitarlo de mi mente, cientos de pensamientos bombardearon mi mente, así como de supuestos de la vida de aquel hombre, tal vez no tenia aun los 30 años, que historia tendrá?, habrá estudiado?, tendrá una familia que se preocupa por el?, donde pasara la noche?, lo estarán esperando en Estados Unidos?, cual sera su motivación para iniciar este trayecto este reto.

Decidí regresar al día siguiente a esa esquina en particular, procurando que fuera a la misma hora, y ahí estaba el hombre, cuando volvió a acercarse a mi auto, le pregunte su nombre, me dijo que se llamaba Leonardo , que era de un pueblo llamado Peña Blanca cerca de en su pueblo Santa Cruz de Yojoa en Honduras.

Le dije que si me aceptaba un refresco y una hamburguesa en el Restaurante de la esquina, para que me platicara mas de el y a cambio le daria unos pesos mas, claro que me tomo la palabra, el hambre se sentía en su mirada. vestía las mismas ropas de ayer, fui a estacionar mi auto y a esperarlo.

Pude observarlo mejor mientras íbamos al restaurante y vi que tenia ojeras, que lucia mas bien flaco, su ropa no era andrajosa pero no era de marca tampoco, me sentí como una invasora, queriendo saber mas pero no podía evitarlo, necesitaba saber mas de él, era como si ambos nos necesitáramos y con esto no quiero dar ninguna implicación sexual, era mas bien del área espiritual.

Ya sentados en la mesa empezó a hablar mientras se devoraba la hamburguesa, me contó que en el pueblo había dejado a su esposa y dos pequeños niños, también me dijo que la situación estaba muy difícil en honduras, que la violencia se había incrementado, los robos los asesinatos y la falta de empleo estaban al tope, me platico que el pueblito donde vivía era de como pocos habitantes y la lucha era diaria, que no había podido estudiar una carrera porque venia de familia de recursos limitados, que a sus padres los habían asesinado, que sus hermanos se fueron del pueblo y no sabia nada de ellos desde hacia varios años, que el trabajo mejor pagado era entrar en la venta de droga pero el sabia por sus amigos que el que entraba solo salia muerto del esa mafia.

Me dijo que el llegar a México no fue fácil, que el sacrificio era demasiado, las noches sin dormir, los recuerdos de la familia abandonada, la falta de alimento, las miradas obscenas de las personas juzgándolo, que las lagrimas siempre se agolpaban en su cabeza cuando pasaba frío bajo el puente sucio donde se encontraba durmiendo actualmente, pero que a pesar de todo no quería perder la esperanza de un futuro mejor.

Se termino su comida, se quedo en silencio por unos minutos y me miro fijamente, me pregunto y usted porque se acerca a mi, cual es su interes, acaso viene a darme respuesta de las miles de preguntas que me hago a cada instante, usted me va a responder del porque nacemos en cunas diferentes, que en donde estaba la respuesta de nacer en un país o en otro, de nacer con padres con muchos pesos o con pocos, porque unos se conforman y otros no tenemos paz hasta encontrar lo que creemos que nos merecemos, acaso usted me va a responder porque dios dijo que usted si tuviera un auto, una buena vida y yo tuviera que andar mendigando un peso para cumplir mi sueño, acaso usted me va a decir porque yo tengo que vagar por varias calles para poder comprar un pan y usted tiene una alacena llena……

No pude responder en ese momento me quede mudo…. eran las mismas preguntas que me he venido haciendo quería entrar en su mente y tener a la mano todas las respuestas para dar paz a su alma, quería que Dios me iluminara y yo pudiese ser capaz de darle un abrazo y decirle todo estará bien, nada dura para siempre……

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