EL VIAJE DE LA VIDA: EXPERIENCIA, CURIOSIDAD Y LECCIÓN

Experiencia y Curiosidad vivían con su madre en medio del bosque. Tenían construida su casa encima de una pequeña montaña desde la cual podían ver toda la naturaleza que las rodeaba, pero más allá del bosque había un gran cerro árido del que su madre no cesaba de advertirles nunca ir a visitar.

Las hermanas crecieron jugando con los animales, trepando en árboles, nadando en quebradas y recogiendo frutos silvestres; así exploraron todo el bosque y aunque les parecía maravilloso todo lo que encontraron, había una cosa más en la mente de curiosidad ¡el cerro árido! Se preguntaba, ¿qué era aquel lugar? Y ¿por qué razón su madre no las dejaba ir allí?

Los días pasaban y con ellos aumentaban las ganas de Curiosidad de saber de aquel lugar, aunque, le preguntaba a su madre constantemente la respuesta era la misma, una advertencia de no ir a aquel lugar pues era muy peligroso le decía.

Un muy buen día, Curiosidad ya no aguanto más la tentación de ir a explorar aquel cerro árido, por lo que le pidió a Experiencia que la acompañara en su aventura, al principio ésta se negó, pues debían obedecer la instrucción de su madre, pero ante la insistencia de Curiosidad, Experiencia aceptó.

Así fue como Curiosidad y Experiencia iniciaron su recorrido hacia lo desconocido. Por el camino descubrieron cosas raras y extrañas, algunas agradables otras no tanto; motivo por el que Experiencia insistía en querer devolverse a su casa, pero, para Curiosidad hacía más interesante su aventura así que siguieron…

Cuando ya se empezaban a vislumbrar el lugar de destino, vieron a un lado del camino un personaje muy particular, éste se encontraba tomando el sol al aire libre en medio de muchas cajas de regalos. Experiencia de inmediato se sintió muy atraída por este singular personaje, por lo que se dirigió hacia él; mientras, Curiosidad no le dio mucha importancia ya que, centraba su atención en el cerro y lo que podía ver de él. De la cima brotaba un líquido espeso del mismo color que el cerro y eso, aunque asustó un poco a Curiosidad no la detuvo, por lo que corrió emocionada hacía él.

Por su parte Experiencia seguía detallando y admirando el sujeto, quién al verla interesada con un rostro amable y una mirada fija la invitó a tomar el sol con él. A ella le trasmitía seguridad y confianza por lo que sin dudar tanto aceptó. Ella le preguntó ¿cuál era su nombre? y ¿qué hacía allí con tantos regalos? Hubo un momento de silencio, luego, él le respondió que se llamaba Lección y estaba allí justo antes de llegar al cerro obsequiando esos detalles a quién quisiera recibirlos. A ella la desconcertó un poco su respuesta pero antes de que reaccionara, él le comentó que no debía acercarse al cerro sin dar más detalles…

Lección le regaló a Experiencia una caja blanca, intrigada la abrió de inmediato y al ver el contenido, no comprendió de que se trataba. Estaba muy confundida pues ya no sabía si continuar su camino o seguir tomando el sol con ese extraño personaje.

Experiencia intentó marcharse pero, Lección le dijo que si lo acompañaba a un lugar que estaba cerca de allí, le explicaría que era ese regalo y por qué no debía ir al cerro; ella dudó por un minuto, pero olvidándose de Curiosidad decidió acompañarlo.

Al llegar se encontró con una enorme fábrica y quedó enamorada de todo lo que vio, había por todos lados muchísimas cajas de regalos de todos los colores y tamaños, también encontró; albercas, filtros, enormes molinos y máquinas de todo tipo.

Lección le contó que llevaba toda su vida trabajando en ese lugar y que, su labor consistía en tomar las malas experiencias de los seres humanos generadas por sus decisiones, errores y equivocaciones; luego procesarlas, para después convertirlas en sólidas fortalezas, y de esta forma empacarlas en cajas de regalos para que, al recibirla la persona, evitara seguir por el mismo camino que la anterior. De este modo, al abrirlo también fuera restaurada la vida de aquel que falló.

¡Difícil labor! Le dijo Experiencia bastante impresionada de lo que acababa de escuchar, pero al mismo tiempo, admirada de tan reconfortable profesión.

Como Lección necesitaba un ayudante le pidió a Experiencia que se quedara con él, para que juntos esta tarea fuera más fácil. A Experiencia le pareció muy interesante la propuesta ya que le gustaba ayudar a otros, pero no sabía de qué forma podría serle útil a Lección; al preguntárselo, le dijo que ella se encargaría de recoger el material y traerlo a la fábrica. Antes de darle su respuesta volvió a mirar el regalo que le había dado y sin necesidad de que se lo explicara entendió su contenido, pues se trataba de la virtud de la prudencia. Sonrió y sin dudarlo más aceptó el trabajo.

Desde allí, Experiencia y Lección trabajan unidos en la fábrica de procesamientos de los seres humanos, y cada día envuelven las virtudes de la libertad para dárselas a aquellos que tienen la voluntad de cambiar. Así, quienes lo obtienen desenvuelven también el mayor regalo, la felicidad.

En cuanto a Curiosidad, llegó al cerro y entre suspenso decidió escalarlo, descubrió que en la cima había un enorme hoyo del que burbujeaba lodo pues era ¡un volcán! Asustada por verse sola quiso retroceder, pero tropezó y cayó en el lodo. Al ver que flotaba, no hizo mayor esfuerzo por salir sino que optó por divertirse un rato, por lo que decidió imaginar que Experiencia también estaba allí y comenzó a jugar con ella. Desde entonces, la Curiosidad visualiza ¡una falsa Experiencia!