El viaje, no el destino.

El viaje, no el destino.

Me levante con una pizca de emoción fuera de lo normal, después de este día nada volvería a ser igual, ya que me dirigía hacia una isla que solo había podido imaginar en mi cabeza, llegamos al aeropuerto y cada vez mas la emoción me consumía de maneras inimaginables, mi corazón latía aceleradamente y mi cabeza cada vez se elevaba hacia el cielo sin necesidad de una aeronave, pero luego de esperar llego la hora de abordar, mientras subía las gradas para dirigirme a mi asiento, recuerdo ver como empezaba a llover, las nubes estaban encima de toda la cuidad, al sentarme en aquel gran pájaro de metal y pensar como esta obra de ingeniería mecánica habría de surcar los cielos. El avión empezó acelerar y lentamente se empezó a alejar del suelo, y mientras nos dirigíamos hacia esa tormenta de nubes, y el avión se sacudía cada vez mas, pude sentir una extraña paz y después de un momento, salimos de la turbulencia, y recuerdo ver el cielo y las nubes mas hermosas en mi vida, porque aunque el cielo se vea oscuro, sigue siendo azul.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS