VIAJE AL AMAZONAS

Recuerdo pasados los años el viaje que emprendí de Bogotá a Leticia, la capital del departamento del Amazonas colindante con el Brasil y con el Perú. Aborde el avión a las 5 de la mañana de un martes 13 en un avión bimotor de carga,habían 13 pasajeros conmigo me senté sobre un bulto.

El avión despegó, a las dos horas escuché un ruido, mire por la ventana y vi que la hélice disminuía su velocidad, hasta parar, solamente funcionaba la otra hélice.

A los cinco minutos sale de la cabina el ayudante del copiloto con una intensa palidez.

-¡Estamos en emergencia!. El avión está pesado, por favor ayúdenme a abrir la puerta porque tenemos que deshacernos de la carga. No pierdan la calma porque este avión aun con los motores apagados puede planear.

Los pasajeros se miraban con ojos espantados y ayudaron a abrir la puerta. Como yo llevaba una filmadora super 8 empecé a filmar desde un lado mientras unos pasajeros empezaron a lanzar la carga al vació, televisores,neveras,bultos de papas y hortalizas, todo lo que llevaba.

Continuo tranquilamente el viaje a los diez minutos escuche otro ruido,mire por la ventana y vi con asombro como la hélice izquierda disminuía su velocidad, hasta parar.

La puerta del avión estaba abierta, vi unas nubes negras fantasmagóricas, un silencio fúnebre, los pasajeros rezando de rodillas.Tenía miedo a la muerte,el corazón empezó a latir con fuerza y a crecerme dentro del pecho, me temblaban las piernas y despacio fui al baño que se encontraba al fondo del avión,me senté en la tasa y en posición fetal introduje mi cabeza entre las piernas y agarrado de ellas espere el golpe. Pedí ayuda a Dios para salir de esa horrible pesadilla, un sudor, frío corría por mi espalda,la angustia era desesperante, recé miles de padre nuestros, el tiempo se me hizo eterno, pensé mucho sobre mi familia, cómo será la muerte existirá otra vida o la reencarnación o me iré a la nada absoluta, no volveré a tener conciencia, a existir, ni pensar, ni ver ni oír ni sentir. Si quedo vivo y herido después del accidente sin comida y solo en la selva. A merced de las fieras, las hormigas, las avispas y abejas. Mis pensamientos iban y volvían, me sentía solo y abandonado, a pesar de que estaba acompañado con personas con el mismo sufrimiento, oi un tremendo ruido me golpee la cabeza y todo quedo negro.

Una nube de mosquitos y un calor sofocante me despertó. A mi lado estaba una joven.

-¿Quién es usted?- le pregunte.

-Me llamo Laura.

-Tuve una horrible pesadilla. El avión se había estrellado. Le conté.

-No es pesadilla.- Salgamos a buscar y ayudar los sobrevivientes.

-Me contesto

Un mareo de confusión e incertidumbre y escalofríos me invadió, al ver el avión destruido, los arboles tapaban la luz solar mire el reloj las 8 de la mañana,parecía las 6 de la tarde no quedo nadie con vida, vi un reguero de cadáveres desmembrados, un brazo por aquí una cabeza por allá, las ratas, los armadillos, los chulos los estaban devorando y una fila de hormigas tambochas llevaban trozos de carne a su guarida.

Encontramos botas de caucho,nos la pusimos para evitar las picaduras de serpientes y alacranes que abundan en el piso, un machete, un cuchillo, una olla y 2 hamacas, un bidón de agua potable, pastas purificadoras de agua, repelentes de insectos y morrales.

Me dijo Laura.

-Demos gracias a Dios y recemos, por haber salido bien. Estamos en las selvas del Araracuara. Yo viví en la región cuando era misionera, mientras preparo la comida, con esa tarántula y los gusanos mojojoys que están en el árbol de chontaduro, usted con el machete,consigue 4 palos gruesos para llevar los morrales con la comida, ponemos los palos en los hombros yo voy adelante porque conozco la selva.

Una vez que desayunamos caminamos por la selva buscando una trocha. A la hora la encontramos seguimos por ella, Laura me comento que en el Amazonas existió la etnia de los Omagua, cuya población llegaba al millón habitantes, habían trazado caminos o trochas tenían grandes cultivos, yague, yuca, coca, árboles frutales, plantas medicinales, algodón, también telares, criaderos de dantas, en las lagunas gamitana y el pez buey esta comunidad fue exterminada por la casa Arana, una empresa inglesa explotadora del caucho tenían un campo de concentración rodeado de alambradas vigilados por unos peruanos llamados cholos, donde llevaban, a los ancianos, a los enfermos a las personas discapacitadas y a los nativos que no querían trabajar; fallecían de hambre y sed, a los rebeldes los metían a una laguna donde habían pirañas, carneros y candirus un pez parecido a lombrices blancas que penetran por los orificios como el ano, fosas nasales, penes o vaginas devorando lo que encuentren, los que lograban escapar, los cholos organizaban cacerías soltando perros feroces que destrozaba los fugitivos. En la guerra colombo peruana al ganar la guerra Colombia en 1936 se desmantelaron los campos de concentración,no quedo nadie, solo la selva.

Llegamos alas ruinas de un campo de concentración a las 5 de la tarde, vi un precioso bosque de bonsáis y de plantas carnívoras de insectos, también alacranes,tarántulas peludas del tamaño de una gallina,serpientes y frutas silvestres como copoazu, azai, piñas, huitos y arazá. Mientras yo linde las hamacas, Laura preparo la comida consistente en caldo de culebra con fariña, y jugo de chontaduro nos quedamos tres días y a la madrugada del último día partimos, llegamos al rio y nos encontramos en la playa una canoa con dos remos,nos pusimos a remar. A la hora nos encontramos una lancha con grupo de personas pertenecientes a una comisión de búsqueda me abrazaron y me llevaron al corregimiento del Araracuara. Les conté mi aventura con Laura.

-Señor me dijo el corregidor.

-¡Usted venia solo en la canoa!.

VICTOR ANTONIO BEDOYA OLAYA

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