Una isla llena de magia

Una isla llena de magia

Arkella Granados

18/06/2018

Llegue a ti ligera de equipaje, no estabas en mis planes, te elegí porque por más que estuviera lejos de casa, tenía cerca una parte de mi familia.

Tus paisajes son mágicos llenos de serenidad, tranquilidad y paz, todo lo que pediría una persona para desconectarse del mundo real.

Tu mar curó cada herida que no había sanado, cada día me sentía más fuerte y con más energía, eres la cura para el alma.

Correr en tus calles me causaba un poco de inseguridad, pero con el paso de los días me acostumbre a tu jungla, asfalto, a tu humedad, a tu calor y a tu buena energía.

Todos los días sonreías para mi, tu gente cálida, sencilla, creyente, con una sonrisa de esperanza y sin miedos.

Escuchar tus oraciones dos veces al día, adaptó a mis oídos y me dió la fe de que si oramos desde el corazón somos capaces de tener abundancia cada día de nuestra vida.

Me enseñaste a tener paciencia, a disminuir la ansiedad, a tolerar la distancia y esperar a las personas que quiero y ser feliz conmigo misma.

Me di cuenta que con las pocas cosas que tenía materiales estaba tranquila no necesite nada de lo que tengo, no anhele nada, sólo me adapte vivir en tu mundo.

En este tiempo simplemente doy las gracias al destino y a Dios por traerme aquí cerca de mi familia, acercarme mucho más a mi espíritu y a tener paz.

Me siento contigo una mejor persona, sigo creciendo, me sigo dando cuenta lo tanto que tengo que evolucionar, pero me dejas una lección, el alma crece a base de nuevas experiencias, en ti queda seguirte quejando de la vida o agradecer a la vida por darnos tanto.

Me voy con nostalgia, pero créeme que volveré a ti pronto a seguir conociendo tu mundo lleno de alegría, simpatía, humildad y sencillez, gracias por todo.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS