Todo lo que no ocurrió conmigo, recuerdo
“El alma de un robot es más fuerte que el acero” – estaba escrito sobre un pedacito de metal, del que antes era mi ser querido. Entre estos arbustos de Manzanilla florecían las ruinas, iluminadas con la luz deslucida de las luciérnagas, aquí te encontré, mientras que las cenizas sumisamente volaban sobre las ciudades quemadas....