Esto es solamente un recordatorio más, ya que tengo esperanza de que en algún recóndito lugar de vuestro cerebro exista una conciencia que os susurre.

Hijas de mi madre, no por ello mis hermanas:

No me complace enviaros este mensaje más pienso que es algo que debéis saber: La abuela, nombre con el cuál apodáis a vuestra propia madre, cada día que pasa está más apagada. Son casi 96 años lo que lleva en este mundo cuidando de todos, y a día de hoy siendo cuidada sólo por unos pocos.

No os preocupéis, ya que vuestro abandono no puede concebirlo con la misma consciencia que por desgracia yo puedo ver. Siempre os cuidó como una madre, os dio cobijo y apoyo en todos los momentos que lo necesitasteis. Llegó a criar en uno de los casos a tu propia hija, la cuál se encuentra escribiendo este relato.

No os llamaré «mamá» ni «tía», ya que desde el momento que la abuela dejó de existir para vosotras, del mismo modo dejasteis de existir para mí como familia. Únicamente quería que deciros una cosa: no os necesitamos.

Personas sin sentimientos

Calle del Olvido nº 1

00255 El susurro

Conciencia, Perdida

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