Sin destino elegido.
Emilio S, soplón de vocación dió mi nombre a la policía política. Para su miserable vida resulta una amenaza el dibujo en las redes, de una chica con una honda. Terrorista, así me acusa, quien venera al chacal, a Isis y a la corte asesina del régimen. Si leyera pensamientos, temblaría. Pero no teman, es...