Alguna vez te preguntaste si serías buena madre o padre?? No lo creo, en todo caso, yo nunca lo hice. Simplemente te enamoras, te casas y al tiempo empiezas a sentir que te gustaría tener un bebé para convertiros en una familia. Al menos así me pasó a mí, nunca me preocupó estar preparada para ese papel. Así que a los dos años de casados decidimos tener un bebe y Dios en su infinita bondad nos lo concedió. Creo que Él tampoco se preocupó acerca de que clase de padres seríamos, ya aprenderíamos en el camino, como todos.

Todo fue muy lindo durante el embarazo (claro! Sobre todo porque los ascos y vómitos los sufrió el papá), yo solo subí de peso 15 kilos, me puse como pelota, se me hincharon los pies, me dio por cortarme el pelo como chico y no pude dormir el ultimo mes…

Entonces llega la fecha del parto…pero de dolores nada. Que el niño no tenía ganas de salir, así que lo esperamos una semana más pero ya desde entonces se supo que quería hacer su voluntad y eso sí que noooooo. Así que acudimos al hospital, me pusieron una inyección y empezaron las contracciones. Resulta que el bebé estaba bien atado con el cordon, dos vueltas al cuello nada más! Cesárea de emergencia, te cortan la barriga (10-12 cm aproximadamente) y sacan al bebé. Que me vengan a decir que no sufrí porque fue cesárea! Les hago una cortada en la panza de ese tamaño y hasta adentro a ver si no se pasan un mes sin poder enderezarse!

En fin, que el niño no traía instructivo, y empiezan las dudas existenciales: tendré suficiente leche? Sera muy malo darle leche de fórmula? Le estoy dando muy seguido? Los estoy matando de hambre? Porque llora tanto si ya le cambié el pañal, le dí de comer y tengo una hora meciendolo que se me caen los brazoooosssss!!!

Y luego empieza la odisea de las noches sin dormir, y a la semana ya pareces alma en pena, y llega la suegra y te dice una cosa, y llega la mamá y te dice otra, y no sabes que hacer ni a quién hacerle caso, y te lees todos los libros que encuentras sobre el tema de los hijos y a veces lloras tú más que el bebé y te preguntas como se te ocurrió que estabas lista para ser madre??!

Y te preguntas si los pañales que compras seran los apropiados, si le están dando alergia, y si deberias lavar las cobijitas y su ropa con tal o cual detergente, y mas adelante dudas si eres la peor madre porque a veces estas tan cansada que le das gerber en lugar de prepararle la comida sanamente, lavada, cocida y machacada por ti, y si esa vez que se rodó de la cama y cayó en la alfombra de cabeza le habrá afectado el cerebro y por eso no empezó a hablar tan pronto como el hijo de la vecina…

Y lo llevas al pediatra cada mes religiosamente, a checarlo y aguantas la respiración hasta que el médico te dice que el niño está bien, todo normal, pero que está rojo de calor porque lo llevas envuelto en cobijas, cuando es verano y estamos a 30 grados!

Y pasa el tiempo, y empieza a dormir toda la noche, y es tan lindo verlo sonreir, y decirte mamá y pasan los días, y los meses y cuando menos piensas ya tiene dos años y piensas qe habrá que darle un hermanito para que no esté solo, y ya con el segundo te estresas menos y disfrutas más y te das cuenta que cada día es maravilloso verlos crecer y abrazarlos y besarlos y que ser madre es la mayor bendición que tuviste en la vida.

Pero luego llega la adolescncia y piensas que seguro te los cambiaron en el hospital al nacer, que esos seres no pueden ser tus hijos, y ya no sabes si irte a un convento o darlos en adopción… Que te vuelven loca con esa música a todo volumen, y te preocupas por el que tiene tantos amigos que siempre anda en la calle, y te preocupas por el otro que parce que no tiene amigos y siempre está en la casa…

Y odias a muerte a la primera novia que lo terminó y lo hizo llorar, y luego rezas para que pase el examen de la universidad y no puedes creer que TU HIJO ya es un estudiante de la escuela de mdicina, si apenas ayer no sabía agarrar el tenedor ni abrocharse los zapatos. Y luego llega el día de su graduación y no puedes creer que TU HIJ ya es médico, y se te llenan los ojos de lágrimas y entonces piensas que algo tienes que haber hecho bien, y aunque seguramente cometiste muchos errores y nunca te darán el trofeo a la mejor madre del año, no hay nada que se compare a la satisfacción de haberlo convertido en ese hombre que ahora te mira, cn su bata blanca puesta y su estetoscopio al cuello y te abraza y te dice: GRACIAS MAMÁ!!

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